Los nuevos dueños de Cepsa optan a la compra de la petrolera portuguesa Galp para crear un imperio energético en la Península Ibérica
Las compañías españolas están dispuestas a responder a la llamada de Portugal en busca de inversores tras su rescate financiero. La mayoría de los movimientos corporativos se esperan en el sector energético. El fondo soberano de Abu Dhabi, que controla el total de Cepsa, ya ha mostrado su interés por crear un emporio energético en la Península Ibérica con la ayuda de la petrolera lusa Galp.
Cepsa fue el primer paso de International Petroleum Investment Company (IPIC). Según fuentes empresariales de toda solvencia, a las que ha tenido acceso El Confidencial Digital, el fondo de Abu Dhabi, que controla el 100% de la petrolera española, tiene la intención de hacerse ahora con la parte de Galp (33,34%) que la italiana ENI no quiere.
Galp es, por tanto, el objetivo de los árabes de IPIC en Portugal para utilizar la Península Ibérica como base de operaciones para seguir creciendo en Europa.
La prensa portuguesa apuntó hace unas semanas que ENI podría vender su participación en Galp. Un movimiento que el Gobierno luso está siguiendo muy de cerca. Las mismas fuentes explican que IPIC está interesado en el más del 33% de la italiana en Galp, ya que, de esta manera, juntaría su negocio de Cepsa -por el que ha pagado 6.593 millones entre la parte de Santander y la de Total- al de la petrolera lusa.
ENI lleva tiempo detrás de deshacerse del 33,34% que tiene en Galp. De hecho, Petrobras se mostró muy interesada por un 25% de la participación de ENI, pero finalmente dio marcha atrás por el elevado coste de la operación.
La red de la petrolera española se extiende a Portugal, donde tiene ya más de 400 gasolineras. Esta operación le permitiría crear múltiples sinergias con la compañía lusa.
Según las fuentes consultadas, el fondo de Abu Dhabi tiene también importantes intereses en el país vecino, sin descartarse una eventual alianza Cepsa-Galp y la ampliacióm de la presencia de los árabes en el capital de la petrolera lusa, donde ya tiene un 4%.
El pasado 1 de enero expiró el acuerdo que tenían firmado los dos principales accionistas de Galp (ENI con un 33,34% y Energia Amorim con otro 33,34%, desde 2006) y que no les permitía vender sus participaciones.
Galp aún tiene pendiente, por tanto, la reestructuración de su accionariado ante la próxima salida de ENI. Además, las fuentes empresariales consultadas por ECD comentan que la petrolera portuguesa tiene grandes necesidades de "dinero fresco", unos 5.000 millones de euros, que es la suma que tendrá que invertir los próximos anos en Brasil.
