Donald Trump vs. Hillary Clinton. A quién prefieren Santander, BBVA, Inditex, ACS...
Los grandes bancos ven con buenos ojos una subida de tipos de interés promovida por el republicano. La demócrata convence a las empresas de consumo y las constructoras
La grave crisis económica que ha vivido España en los últimos años ha hecho que muchas empresas se lancen a la conquista de nuevos mercados, entre ellos Estados Unidos. Ahora, algunas de las compañías españolas con mayor presencia en el país (Santander, BBVA, Inditex, ACS...), aguardan con gran expectación estas elecciones.
Del resultado de este 8 de noviembre depende en buena medida su futuro a medio plazo en el mercado norteamericano. No hay que perder de vista que supone, al menos, un 20% de la fuente de generación de ingresos para varias compañías del Ibex-35.
Prudencia empresarial ante un resultado incierto
Oficialmente, las principales empresas españolas con negocios en EEUU han evitado estos días decantarse en público por Donald Trump o Hillary Clinton. Aseguran que su labor es trabajar y entenderse con el que ocupe el poder en cada momento.
En ámbitos diplomáticos destacan a ECD que la prudencia de los altos ejecutivos está siendo esta vez mayor que en otros comicios debido a unos pronósticos que arrojan un resultado incierto a pocas horas de cerrarse las urnas.
No obstante, los comicios están generando análisis en ámbitos empresariales reducidos de alto nivel. En conversaciones privadas, según ha podido conocer El Confidencial Digital por fuentes presentes en estos encuentros, el proteccionismo de Trump no tiene en vilo a todas las compañías españolas, ni tampoco a todos los sectores por igual.
Los bancos no tienen miedo a las políticas de Trump
Directivos de los grandes bancos españoles, por ejemplo, aseguran no tener miedo a las políticas del candidato republicano. Pronostican, incluso, un repunte del negocio de Santander y BBVA.
Algunos de sus altos ejecutivos destacan que Trump ha sido especialmente duro con la política de Janet Yellen al frente de la Reserva Federal (Fed). Ha mantenido los tipos de interés en EEUU sin cambios, a la espera de las elecciones, aunque con señales cada vez más claras de un ajuste en diciembre.
Pero el aspirante republicano a la Casa Blanca ha insistido en que el banco central ha ayudado a través de su expansiva política monetaria al actual gobierno demócrata del presidente Obama y ha advertido sobre la creación de una burbuja financiera.
Visualizan así que, a lo largo del próximo año, la normalización monetaria tomará un ritmo más acelerado con Trump en la presidencia. Cualquier movimiento orientado hacia una subida de los tipos de interés será bien recibido por la banca. La intención de Trump es también dar marcha atrás en la fuerte regulación aprobada en los últimos años.
Enfrente, Hillary Clinton levanta últimamente mayores suspicacias entre los banqueros. La candidata demócrata defiende la idea de dotar de más poder al regulador para que decida si las instituciones son demasiado grandes y demasiado arriesgadas, imponiendo tasas de riesgo asociado a la cantidad de deuda de cada banco.
El gran consumo y las constructoras, con Hillary
Otra de las grandes marcas españolas, como es Inditex, también se juega un volumen importante de su negocio en el mercado norteamericano. Pero en este caso, Clinton ha prometido que subirá los salarios de la clase media y los subsidios familiares. Una medida que, con toda seguridad, repercutirá directamente en las ventas.
Un gesto que tampoco se pasa por alto en este sector es la defensa que la candidata demócrata hace de la inmigración, de la que depende en gran medida el consumo en el país. Apuesta porque los inmigrantes indocumentados deben tener una vía para acceder a la ciudadanía con plenos derechos.
Inditex, que cuenta con un volumen de ventas cercano al 11% podría ver incrementada su cotización. El grupo que preside Pablo Isla alberga en el país 73 tiendas de las 7.000 que tiene repartidas en 91 mercados por todo el mundo.
En el caso de las constructoras, donde destaca la presencia en Estados Unidos de ACS, OHL o Ferrovial, se percibe, a través de las manifestaciones de algunos de sus directivos, una cierta inclinación hacia los planes de infraestructuras que prepara Hillary Clinton por la mayor viabilidad de los proyectos anunciados frente a los de Trump.
