Endesa abre una negociación bilateral con el Gobierno a espaldas de Iberdrola
Borja Prado no solo persigue hablar de Garoña. Busca la rebaja de algunos impuestos a las eléctricas como el céntimo verde, los aplicados a la energía nuclear o el 7% a la generación
Aunque la autorización corresponde al Ministerio de Energía, la última palabra sobre la reapertura de Garoña está en el tejado de Iberdrola y Endesa. A día de hoy, la división entre ambas sobre el futuro de la central se acaban de visualizar en el último consejo de Nuclenor. Pero la compañía que preside Borja Prado ya ha comenzado a negociar con el Gobierno.
Por el momento, el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) ha condicionado una serie de inversiones en materia de seguridad para que se pueda reabrir, aunque no ha especificado todavía una cifra concreta.
Así las cosas, según ha podido saber El Confidencial Digital por fuentes próximas a la cúpula de Endesa, la compañía que preside Borja Prado ve ahora, a diferencia de Iberdrola, una oportunidad para abrir una negociación con el Gobierno y conseguir la rebaja de algunos impuestos que han golpeado al sector en la última legislatura.
Es el caso, por ejemplo, de tasas como el céntimo verde, los aplicados a la energía nuclear o el 7% a la generación.
En el sector destacan que Iberdrola ya tiene amortizada la inversión en nucleares en su contabilidad, porque da 40 años de vida a sus activos atómicos, pero no Endesa, que los amortiza en 50 años. Esa es también una de las razones fundamentales que conducen a la compañía que preside Borja Prado a decantarse ahora por la reapertura de Garoña.
Incidencia de la reapertura en el precio de la luz
En esta disputa, el Gobierno está abierto a dialogar con todos los agentes implicados, entre ellos los Ejecutivos de País Vasco y Euskadi, organizaciones ecologistas y las propias eléctricas.
El Ministerio de Energía dispone aún de un plazo de tres meses para pronunciarse sobre esta autorización. Endesa prefiere esperar y negociar en este escenario. El compromiso político del Gobierno parece claro, puesto que fue el propio Rajoy, quien dentro de la campaña electoral de su primera legislatura pidió reabrir esta central, que incluso llegó a visitar.
Fuentes del Gobierno, consultadas por ECD, aseguran que uno de los principales factores que el Ejecutivo va a tener en cuenta es la incidencia de la puesta en marcha de Garoña en el coste final de la electricidad en España. Es consciente del momento de altos precios de la energía en el mercado mayorista y de que se le exigen soluciones inmediatas para rebajar el recibo de la luz.
Pero el informe favorable del Consejo de Seguridad Nuclear a la reapertura de la central de Santa María de Garoña ya levantó hace dos meses una polvareda política. El PSOE, Ciudadanos y Podemos se han declarado en contra de que la central vuelva a funcionar.
Los socialistas consideran que no tiene sentido reabrir esta instalación por su limitada capacidad de producción y dudosa rentabilidad. El partido de Pablo Iglesias ha sido más contundente y ha anunciado incluso que legislará para paralizar la reapertura.
