Florentino Pérez intenta una nueva maniobra para ‘asaltar’ Iberdrola: utilizará la presencia de Mario Fernández (BBK) en Repsol como argumento para pedir un puesto en el consejo

Otro capítulo en la batalla entre ACS e Iberdrola. La compañía que preside Florentino Pérez prepara una nueva maniobra con el objetivo de conseguir un puesto en el consejo de administración. La presencia de Mario Fernández (BBK) en Repsol será aprovechada por la constructora para insistir en que le corresponde un sillón en el consejo de la eléctrica.

ACS, primer accionista de Iberdrola con el 19,02% del capital, lleva más de dos años reclamando su entrada en el consejo de la eléctrica.

El nombramiento de Mario Fernández, presidente de BBK, como consejero independiente de Repsol, puede tensar aún más la cuerda. BBK es el tercer mayor accionista de Iberdrola y su presidente se sienta en el consejo de una compañía que compite con la compañía de Ignacio Sánchez Galán a través de su participada Gas Natural Fenosa.

Pues bien. Fuentes jurídicas, a las que ha tenido acceso El Confidencial Digital, explican que la presencia del presidente de la caja vasca en la petrolera será utilizada por ACS como herramienta para seguir reivindicando a Sánchez Galán un puesto en el consejo de Iberdrola.

Precisamente, la constructora que dirige el presidente del Real Madrid fue expulsada el año pasado del consejo de la eléctrica, que consideró, y así lo ratificó la junta, que era rival en los sectores de las renovables y la ingeniería.

El titular del juzgado de lo mercantil número 1 de Bilbao se pronunció hace unos meses a favor de las tesis de Iberdrola. La sentencia fue impugnada por ACS ante la Audiencia Provincial de Vizcaya, a la que ahora incorporará, según las mismas fuentes, este nuevo argumento.

Pero no solo eso. Los servicios jurídicos de la constructora estudian cómo impugnar también, entre otros, los cambios de varios artículos de los estatutos de la eléctrica aprobados en la última junta de accionistas.

El cambio más polémico es el del artículo 30, que deja sin derechos de voto a los accionistas "que se hallen en conflicto de interés y, en particular, los que participen en un proceso de fusión o escisión con la sociedad", es decir, no podrán votar los acuerdos de operaciones que les afecte.

Según las fuentes consultadas, Iberdrola intenta contrarrestar con esta modificación la llamada enmienda antiblindaje que entra en vigor el 1 de julio y elimina los límites a los derechos de voto en las empresas cotizadas. Esta situación propiciaría que ACS, además de no tener derecho a estar en el consejo de administración, tampoco lo tuviera para votar en la junta en temas determinantes.

 

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