Una compañía española volará a Gibraltar: Ándalus Líneas Aéreas cuenta con el apoyo de Zapatero y Manuel Chaves para conectar el Peñón con Madrid, Barcelona y Bilbao
Con el apoyo del Gobierno y de la Junta de Andalucía, Ándalus Líneas Aéreas volará a Gibraltar después de que Iberia abandonara este polémico destino en septiembre de 2008.
Según ha sabido El Confidencial Digital, la aerolínea Ándalus comenzará por unir Gibraltar con Madrid y prevé, en el medio plazo, conexiones con Barcelona y Bilbao. Fuentes del sector recuerdan que Iberia voló durante poco más de un año a Gibraltar, hasta abandonar esta ruta en 2008 por motivos comerciales.
La importancia de estos vuelos se enmarca en el Acuerdo de Córdoba (2006), impulsado por España y valorado “muy positivamente” por las autoridades del Peñón, en tanto que se les concedía voz en un diálogo hasta ahora mantenido entre España y Reino Unido, explican fuentes conocedoras de la iniciativa.
En el ámbito de la navegación aérea, este acuerdo significó la supresión de las restricciones de vuelos civiles al aeropuerto de Gibraltar, así como el fin de la prohibición de volar sobre suelo español con este destino y la exclusión de Gibraltar de los acuerdos aeronáuticos acordados en Bruselas.
Este convenio ha abierto las puertas a los vuelos a Gibraltar desde cualquier destino y “sin más predeterminación de ruta que las marcadas por la técnica”, concretan fuentes del sector. La medida ha sido muy bien acogida por las autoridades gibraltareñas en tanto que, hasta entonces, Gibraltar carecía de vuelos directos con los países de la UE, excepción hecha del Reino Unido.
La decisión de Ándalus Líneas Aéreas cuenta con el respaldo del Gobierno central, de la Junta de Andalucía y de los alcaldes de la zona.
Los vuelos se inscriben dentro del impulso que el Gobierno está dando a las relaciones con Gibraltar, consistente en “que los gibraltareños no sean rehenes de las políticas de Estado”, según anunciaron los diputados gaditanos del PSOE Rafael Román y Salvador de la Encina.
Se trata, según ellos, de establecer “un clima de confianza”, “huyendo de actitudes numantinas y de posturas anacrónicas e inmovilistas” con respecto al Peñón, con la receta “del diálogo, la cooperación y el entendimiento”. Fruto de esta política es también la próxima apertura de un Instituto Cervantes en la Roca.
