Un reto de expansión internacional para Ana Botín

Un analista del Instituto Elcano: El futuro del Banco Santander pasa por China

Argumentos: 1) Desaceleración económica en Brasil que mermará los beneficios. 2) La filial de Reino Unido queda fuera de la unión bancaria. 3) 1.000 millones de clientes

Ana Patricia Botín ante una oficina del Santander.
Ana Patricia Botín ante una oficina del Santander.

El Santander tiene que mirar a China en la nueva etapa de Ana Botín al frente del banco. Así lo recomienda Federico Steinberg, prestigioso analista del Instituto Elcano tras el fallecimiento de Emilio Botín. Aconseja explotar allí un mercado de más de 1.000 millones de clientes. Alerta también de una serie de riesgos para la entidad en Brasil y Reino Unido.

El artículo de opinión de Federico Steinberg, Investigador Principal de Economía Internacional del Instituto Elcano, identifica una serie de riesgos y oportunidades económicas y geopolíticas que la nueva presidenta del Santander, Ana Botín, debe tener presentes para desenvolverse con éxito en un escenario internacional en continuo cambio.

En el artículo publicado el 12 de septiembre en el diario Expansión, Steinberg destaca que el Banco Santander, bajo la presidencia de Emilio Botín, ha llevado a cabo un fuerte proceso de internacionalización que le ha permitido construir un negocio diversificado entre los principales mercados maduros y emergentes.

Su fuerte presencia en América Latina (sobre todo, en Brasil, México, Chile y Argentina) le ayudó a amortiguar los efectos de la crisis financiera global y europea de los últimos años. Recuerda también que tiene una importante implantación en Reino Unido, Alemania, Portugal, Polonia y Estados Unidos.

El futuro del negocio pasa por China

Pero el artículo asegura que hoy, ante el rápido auge de las potencias emergentes (en particular China) y el declive relativo de las potencias occidentales (sobre todo europeas), el mundo es cada vez más multipolar en lo económico, apolar en lo político y desigual y envejecido en lo social.

Sin embargo, afirma que la economía mundial ofrece enormes oportunidades de negocio para empresas como el Banco Santander: las economías emergentes de Asia, América Latina (y cada vez más África) parecen haber dado con fórmulas que han puesto en marcha un proceso de convergencia en renta per cápita con los países avanzados.

Mercado de 1.000 millones de clientes

Ello resulta, prosigue Steinberg, en un espectacular aumento de las llamadas nuevas clases medias globales, casi mil millones de personas con un poder adquisitivo suficiente para entrar de lleno en la sociedad de consumo de masas y en la demanda de servicios financieros.

Pero advierte también que las grandes multinacionales como el Santander, que tienen una fuerte implantación en Europa, Estados Unidos y América Latina, necesitan prestar especial atención ahora a dos fuentes de riesgo adicionales.

La adaptación a la unión bancaria europea

En tan solo un par de meses finalizarán los exámenes que el Banco Central Europeo está realizando a la banca europea. Identificarán las necesidades de capital de las entidades en problemas (entre las que no se espera que haya grandes bancos españoles), y darán lugar al nacimiento del nuevo supervisor único.

Se espera que a partir de ahí, además de aumentar el flujo de crédito, se acelere el proceso de concentración bancaria en la Unión Europea que comenzó con la crisis, y que debería dar lugar a que pocos bancos grandes dominen y tengan presencia en prácticamente todos los países europeos.

 

Tanto el Santander como el BBVA estarán sin duda entre estos grandes, pero deberán adaptarse rápidamente al nuevo escenario. Asimismo, tendrán hacer frente al reto que supone que el Reino Unido haya quedado al margen del proceso de unión bancaria, lo que podría poner en riesgo el buen funcionamiento del mercado interior, que aún no se ha completado del todo en el área de los servicios financieros.

Desaceleración económica en Brasil

Tras años de un elevado crecimiento alimentado por el boom de las commodities, las fuertes entradas de capital provenientes de las políticas monetarias ultra expansivas en Estados Unidos y la consolidación de mayores niveles de consumo internos, los países de la región, especialmente Brasil, necesitan adaptarse a un entorno de menor liquidez global y condiciones internacionales más adversas.

Brasil es un mercado estratégico para el Santander. Está presente en las principales regiones, es el tercer banco privado y el primer extranjero, con 3.800 oficinas y puntos de atención bancaria, 17.800 cajeros automáticos y 27,3 millones de clientes. Aporta casi un 20% del beneficio total del grupo.

Aunque la región tiene a la demografía y los recursos naturales de su parte, sus líderes tendrán que hacer esfuerzos para continuar diversificando sus economías más allá de los productos primarios y realizar inversiones y reformas que permitan materializar el enorme potencial de crecimiento que la región tiene en el largo plazo.

Brasil ha comenzado a desinflarse. La filial del Banco Santander en el gigante sudamericano ganó de enero a marzo 364 millones de euros, con una caída del 27,1% sobre marzo del pasado año. Este recorte de su beneficio ha provocado que su peso en los beneficios del grupo pasen en solo tres meses del 23% a ese 20%.

Concluye que, en un contexto de creciente multipolaridad de la economía internacional y de auge de las consideraciones geoeconómicas en la acción exterior de los países, el Santander tendrá que seguir mostrando ambición, astucia, flexibilidad y capacidad de adaptación en sus estrategias de negocio.

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