Informes internos de Cajastur concluyen que una fusión con Caja Castilla-La Mancha resultaría inviable

Los mejor situados en las quinielas para hacerse con la intervenida Caja Castilla-La Mancha son la vasca BBK e IberCaja, además de la propia Cajastur. Sin embargo, y según los datos recogidos por informes de la entidad a los que ha tenido acceso  El Confidencial Digital, las opciones de la asturiana son “bastante reducidas”, aunque, destacan, “los rumores están siendo positivos para la imagen de Cajastur”.

Según estas informaciones, procedentes de fuentes de la alta dirección, Cajastur no estaría en condiciones de asumir la fusión con una caja –la CCM-, que “supondría un importante lastre para el futuro crecimiento de la entidad”, aseguran. El tamaño de la CCM casi “triplica” el de la caja asturiana:

CCM tiene cerca de 3.500 millones de euros invertidos en créditos de difícil recuperación, aunque ya ha recibido una inyección pública de 2.000 millones de euros.

Por tanto, para hacer frente a la compra de los activos de CCM, Cajastur deberá recurrir al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) para que le faciliten los 1.000 millones de euros necesarios para apuntalar la operación.

Además, según indican las fuentes consultadas, la situación en Cajastur “no es tan calmada como se está vendiendo a la prensa, ya que la situación del presidente, Manuel Menéndez, no es del todo estable”, indican.

Menéndez lleva desde 1995 en el cargo, algo que algunos de los miembros de la asamblea general consideran una vulneración de la Ley sobre Órganos Rectores de las Cajas de Ahorro, que establece un máximo de doce años en el cargo –y va a cumplir 15-.

Otro punto que resulta problemático en una posible integración es que el Banco de España quiere vender CCM en su totalidad. Es decir, Cajastur asumiría el control de la cartera empresarial de CCM, entre la que se encuentra, por ejemplo, el 37 por ciento de las acciones del Aeropuerto de Ciudad Real, un negocio lejos de ser considerado rentable.

En caso de producirse, la integración de Cajastur y CCM supondría la creación de una entidad con un volumen de negocio cercano a los 58.000 millones de euros, con casi mil oficinas distribuidas en trece comunidades, 4.800 empleados y un millón de clientes, casi la totalidad de los habitantes de Asturias.

Las fuentes consultadas creen que la opción más factible sería la ‘fusión virtual’ de la entidad asturiana con Caja Navarra y Caja Canarias, unidas recientemente, y que sería un “movimiento mucho más racional y ponderado”, afirman.