Los pensamientos y recetas económicas de Manuel Pizarro: el secreto es la “competencia autonómica”, España se “argentiniza”, alabanzas a Jaime Caruana

Lo hace en ámbitos privados y cuando se lo pide algún amigo de confianza. El Confidencial Digital ha podido reunir esos comentarios, ofrecidos por personas cercanas a él. Éstas son, expuestas de forma sintética, sus principales recetas y pensamientos económicos:

-- Pizarro prevé, en el plazo de dos o tres años, un 60% de deuda sobre el PIB, lo cual puede llevarnos a una deuda “a la italiana”, en torno al 130% en un plazo más largo, de unos seis años. Y para el 2011, contra las previsiones del Ministerio de Economía y Hacienda, Pizarro maneja un déficit del 7%, en tanto que Hacienda maneja un 3%.

-- Según Pizarro, Solbes se contradice cada dos semanas, afirmando una cosa y su contraria: ahora sí dan dinero a los bancos, ahora no. Solbes, en su día, sólo tuvo el mérito de hacer visible el déficit público; ahora insiste en resaltar su inacción “quietista”.

-- El Gobierno se exculpa de la crisis cuando ellos son co-rresponsables: la crisis española no es sólo la crisis financiera internacional, sino la quiebra del modelo “ladrillo + consumo”; es una crisis que viene en buena parte del propio “efecto riqueza”.

 -- La crisis económica española no comparte en tan alto grado la crisis financiera mundial por la previsión que en su día tuvo, al frente del Banco de España, Jaime Caruana, poniendo trabas a los productos financieros derivados. Porque la crisis mundial, según Pizarro, tiene mucho que ver con los derivados, con falta de transparencia en los balances, mal manejo del riesgo, mal funcionamiento de las agencias de “rating” y, ante todo, unas empresas que han dejado de cumplir con su fin social como sociedades anónimas.

-- En lo que respecta a las cajas, Pizarro arbitra la posición del PP: las fusiones se pueden hacer, siempre que sean sin inyectar dinero público.

-- Los socialistas quieren que haya crisis porque eso facilitará sus planes de generar socialmente un sistema de dependencias por el cual haya una mayor parte de la población cuyo voto se compra con subsidios –desempleo, pensiones- y una parte menor de la población que sea la productiva. Es, por tanto, un proceso de “argentinización”, con semejanzas también con lo que ocurre en México o Venezuela, con clases de empresariado plutocrático en connivencia con el Gobierno. Este modelo, según Pizarro, ya está en buena parte implantado en Andalucía.

-- En España crece la corrupción por ineficacia de la Administración, que crea una nueva discrecionalidad, de índole arbitraria, en la aplicación de la ley. Así, la ley deja de proteger al ciudadano y crece la inseguridad jurídica (alquileres, créditos, cobro de cheques…). El sistema se corrompe porque la Justicia no funciona: a los jueces “les tiemblan las piernas” si se han de enfrentar al Estado.

-- ¿Cómo revitalizar la Administración? Mediante la “competencia autonómica”, utilizar para bien la lógica del sistema antes que un impredecible cambio constitucional. Pizarro cita el modelo de Madrid: convenció a Aguirre para eliminar impuestos de sucesión y patrimonio, atrayendo así gente y actividad económica. Otras CCAA han seguido el ejemplo. Otro caso citado por Pizarro es el de Aragón, mucho menor en lentitud y opacidad administrativa que sus vecinos de Cataluña y Comunidad Valenciana.