Las cajas de ahorro creen que el caso de Mapfre, convertida en multinacional, puede ser un precedente para su propio futuro

La iniciativa de Mapfre, que ha decidido dejar de ser una mutua para convertirse en una empresa con proyección multinacional, está siendo estudiada con mucha atención por algunas cajas. Piensan que es un camino que ellas podrían intentar algún día.

El análisis que se hace en fuentes de esas cajas, sobre todo alguna de las más importantes, es que Mapfre ha tenido la ventaja de contar con “empresarios” entre sus directivos, es decir, de gente con mentalidad empresarial, que por tanto entienden una operación así. Las cosas son hoy distintas en las cajas, donde en sus órganos de gobierno están personas que representan a instituciones.   Desde esas entidades de ahorro se piensa que sus órganos de gobierno no están suficientemente “maduros” para abordar una operación semejante. En este caso, la parte más “conservadora” es precisamente la vinculada a la izquierda, es decir, partidos como PSOE e Izquierda Unida, y los sindicatos, representados en las cajas y que verían una operación así como una “privatización” de las cajas.   En los citados ámbitos de las cajas consideran que por parte de Mapfre ha sido una buena solución crear la Fundación, que tendrá el 51 por ciento de la nueva sociedad, y que, además, asegura que la actividad social de la entidad no desaparezca. En el caso de las cajas, un planteamiento parecido les permitiría garantizar el llamado “dividendo social”.   En las cajas, a nivel interno, existe actualmente un debate sobre cuál puede ser el futuro institucional, y se habla entre ellas, pero hasta el momento no se ha tomado ninguna iniciativa concreta ni se han realizado tampoco estudios previos. Sin embargo, interesa el precedente de Mapfre porque consideran que el sistema de mutualidades tiene alguna semejanza con la naturaleza de las cajas, que, por otro lado, ven cada vez más reguladas las cuotas participativas.   Se considera que Mapfre, con su nueva estructura, va a poder crecer mucho, va a poder operar en Europa por ejemplo. Por el contrario, la actual configuración jurídica de las cajas les impide acudir al mercado de capitales para captar recursos, y lo mismo salir fuera. Según una fuente de las cajas, “en los mercados extranjeros no nos entienden, no acaban de entender bien qué somos”.

 

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