La conversación se produjo la semana pasada

Primer revés serio para Pedro Sánchez: Bruselas rechaza dar más tiempo para cumplir el déficit

Ha pedido personalmente a Juncker ampliar el plazo con el compromiso de alcanzar más tarde el objetivo, pero el presidente de la Comisión ha respondido que el calendario no se toca

Pedro Sánchez ha mantenido en todo momento su compromiso con la estabilidad presupuestaria. Pero en las últimas semanas, ha intentado de forma discreta negociar con las autoridades europeas una flexibilización de las condiciones y que España tenga más tiempo para cumplir el déficit. El presidente se lo propuso directamente a Jean Claude-Juncker.

Según ha podido saber El Confidencial Digital por fuentes conocedoras de las conversaciones, Sánchez defendió ante el presidente de la Comisión Europea un nuevo escenario, que incluya un mayor margen presupuestario para España como el que se ha acordado en años anteriores con países como Francia, Alemania e Italia.

Le ha planteado personalmente la necesidad de acordar nuevos objetivos anuales de déficit y deuda pública. El argumento utilizado es que se ha producido una importante desviación al alza de las metas de déficit de 2017.

Otro factor que ha llevado a Pedro Sánchez a reclamar más tiempo es la “situación de emergencia social” en España (pobreza, exclusión, desigualdad) y la necesidad de recuperar los niveles de gasto social por habitante para converger con los estándares europeos.

Flexibilidad a cambio de cumplir de verdad

A partir de ahí, según las fuentes consultadas, Sánchez trasladó a Juncker que estaba dispuesto a pactar una senda gradual, realista y equilibrada de consolidación fiscal a tres años, que sitúe el objetivo de déficit en una meta consensuada a finales de 2020.

Pero el compromiso más importante que ha transmitido es que esa flexibilidad será compensada con el cumplimiento, sinmatices, por parte de España. “Rajoy había perdido todo la credibilidad en el déficit, pero Pedro propuso alcanzar de verdadlos objetivos a cambio de una relajación de los plazos” revelan altos cargos del PSOE.

El presidente aprovechó los contactos de la semana pasada con Juncker, con el objetivo de incorporar a Nadia Calviño a su Gobierno (la ministra de Economía era hasta ahora directora general de Presupuestos de la Comisión), para transmitirle estapropuesta.

España tiene el peor déficit de la eurozona

Pero no ha podido ser. La respuesta de Juncker al presidente español ha sido tajante. Los compromisos presupuestarios establecidos no se pueden tocar. El déficit debe reducirse al 2,2% este año y al 1,3% en 2019.

Motivo: España tiene el peor déficit de la eurozona y es el único país que permanece bajo vigilancia especial con amenaza de sanción. “Lo único que espera Bruselas de España es que baje por fin este año del 3% de déficit con respecto al PIB para salir en 2019 de ese control presupuestario”, explican a ECD fuentes comunitarias.

Además, Pedro Sánchez se ha encontrado con un malestar mayor de fondo. Acaba de asumir los Presupuestos del PP y parte de lo pactado este año con el PNV, los funcionarios y los pensionistas, entre otros, se prolonga en 2019. Bruselas exige al Gobierno que compense ese incremento de gasto con otros recortes o aumentando ingresos.

 

Disponer de margen de maniobra en el Congreso

Con esta ofensiva europea, Pedro Sánchez buscaba contar con una baza para negociar a izquierda y derecha en el Congreso y lograr acuerdos puntuales. Eso sí, sin romper con principios que no secuestionan en el PSOE como la estabilidad presupuestaria.

El propio presidente ha intentado lograr un anuncio de impacto en nuestro país: Bruselas es capaz de atenuar las condiciones si se le ofrecen razones. Un intento del Gobierno socialista para vencer las resistencias de Podemos sobre este asunto y poder pactar el techo de gesto de 2019.

El partido de Pablo Iglesias siempre ha sido partidario de lograr más margen para reducir el objetivo de déficit público a un nivel menor del 3% del PIB.

Por otro lado, poder rebajar el déficit a un ritmo más lento facilitaría que el techo de gasto de 2019, la base para la elaboración de los Presupuestos del próximo año, contemplara destinar más dinero para gasto social (Sanidad, Educación, Dependencia o pensiones).

Una baza que permitiría sumar también el apoyo de Ciudadanos y de un PP que todavía no ha decidido el sentido de su voto en el Congreso sobre el techo de gasto. Una votación que se producirá, previsiblemente, antes de finales de este mes.

Reclamó a sus ministros contención del gasto

Según las fuentes consultadas, este primer revés serio de Bruselas a Pedro Sánchez ha motivado el llamamiento del presidente a sus ministros para que desarrollen políticas sociales sin perder de vista la contención del gasto.

Por eso instó por carta a los miembros de su gabinete, en la primera reunión del Consejo de Ministros, a presentar iniciativas y medidas que respeten en todo momento los principios de “estabilidad económica y presupuestaria”. Una obligación derivada de la pertenencia de España a la UE y a los compromisos para la contención del déficit que no ha podido modificar.

También dejó clara en esa misiva la “vocación europeísta” del Gobierno, “decidido a recuperar el papel protagonista de España en la construcción europea”.

Admitió que es consciente de que muchos de los retos a los que se enfrenta el país, como el cambio climático, la despoblación, la precariedad y la desigualdad, las migraciones y las amenazas globales a la seguridad requieren una respuesta europea.


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