Qué le dijo Rajoy a Florentino Pérez: “Abertis, antes tuya que italiana”

Rajoy y Florentino, tal y como reveló el domingo El Confidencial, se reunieron en secreto hace dos semanas.

El encuentro fue organizado por sus jefes de gabinete. Se desarrolló con petición expresa de “estricta confidencialidad” entre ambas partes. Se celebró justo después de que el Gobierno analizara y rechazara que AENA, participada al 51% por el Estado, pujara por la concesionaria catalana.

Mensaje: “Abertis, antes tuya que italiana”

Fuentes conocedoras de lo tratado en esta cita, a las que ha tenido acceso El Confidencial Digital, explican que la reunión fue solicitada “por sorpresa” por el presidente del Gobierno. Florentino Pérez atendió la llamada de Rajoy en “apenas unas horas” y se desplazó de forma urgente a su despacho en el Palacio de la Moncloa.

Mariano Rajoy dejó claro al primer ejecutivo de ACS, desde el primer momento, el objeto de la cita: “Abertis no puede caer en manos extranjeras. Antes tuya que italiana”, le transmitió. Una implicación tan directa del presidente del Gobierno sorprendió al propio Florentino.

La venta de las autopistas y de los satélites dependientes de Hispasat requiere de la autorización del Ejecutivo. Por tanto, Rajoy le garantizó que no dará el visto bueno a una posición de control por parte de capital extranjero de la compañía. Considera que Abertis trabaja con activos estratégicos para el país.

Le recordó entonces que el desenlace de la OPA a Endesa, en el año 2009, supuso uno de los mayores escándalos político-económicos de los últimos tiempos. Este es el trasfondo fundamental -le explicó- de un toma de posición tan clara en esta operación. No está dispuesto a que España repita un fiasco similar.

Florentino pidió tiempo a Rajoy

Según las fuentes consultadas, el presidente de ACS mostró su voluntad de hacerse con Abertis. Pero planteó rápidamente al jefe del Ejecutivo el problema de la financiación. Le aseguró que la constructora tiene capacidad de generación de caja y solidez financiera, pero necesita la ayuda de inversores externos para afrontar la compra.

Para superar la oferta de Atlantia, ACS debe ofrecer más de 16,5 euros por acción. Es el precio que ha puesto encima de la mesa la compañía italiana. Supone sobrepasar los 16.300 millones de euros y asumir otros 15.000 millones de la deuda de Abertis.

Revisión de varios recursos en marcha

En el entorno del presidente de ACS reconocen a ECD que Florentino solo contemplaba poner en marcha una operación para quedarse con Abertis si se lo pedía el Gobierno. “Y se lo acaba de pedir, ni más ni menos, que Mariano Rajoy”, destacan.

Recuerdan que Florentino Pérez tiene varias cuentas pendientes con el Ejecutivo, como las responsabilidades que exige el Ministerio de Energía a ACS por “vicios o defectos de ejecución” o “por sus acciones u omisiones” en el fiasco del almacén Castor.

Ahora, tras ese primer contacto con Rajoy en medio de la batalla por Abertis, el presidente de ACS ha comentado a su entorno de máxima confianza que el Gobierno se ha comprometido a revisar estos recursos.

800 millones al año por las autopistas

Según las fuentes consultadas por ECD, “el objetivo ahora de Florentino es que el Gobierno le dé algo a cambio del esfuerzo de ACS por hacerse con Abertis”.

Hay que recordar que el Estado debe decidir todavía sobre la renovación o no de las concesiones de cinco vías de peaje que ahora gestiona la compañía catalana.

Se trata de la AP-1 Burgos-Armiñón, cuya concesión vence en 2018; de la AP-7 Tarragona-Alicante y la AP-4 Sevilla-Cádiz, que concluyen en 2019; y de dos tramos de la AP-7 (La Junquera-Barcelona y Barcelona-Tarragona) y la AP-2 Zaragoza-Mediterráneo, que terminan en 2021.

El negocio que le presentó Rajoy a Florentino resulta especialmente jugoso: unos ingresos cercanos a los 800 millones al año.

Encuentro inusual con un presidente del IBEX

El almuerzo celebrado en Moncloa con Florentino Pérez ha llamado enormemente la atención en ámbitos empresariales de alto nivel. En los últimos años, en lugar de una estrategia de ‘amiguismo’, Rajoy había apostado por la línea dura: mostrarse contundente y marcar distancias con el poder económico.

Hasta ahora había sido completamente reacio a este tipo de encuentros. De esta manera, confesaba en privado, los grandes empresarios aceptarían mejor los decretos leyes que aprobados por el Gobierno y que afectaban a sus empresas.

Como mucho, la Oficina Económica de Moncloa mantenía contacto asiduo con los grandes directivos, pulsaba sus opiniones y servía de antesala al presidente. Pero ‘ni caso’ a los empresarios que pretendían acudir al despacho de Rajoy solo a pedir favores.

Ahora, la iniciativa ha partido del propio Gobierno y ha implicado al mismísimo jefe del Ejecutivo. Objetivo: garantizar la españolidad de Abertis.