Rodrigo Rato está preocupado por los contratos de Bankia a su ex banco Lazard para diseñar la salida a Bolsa

Rodrigo Rato se siente inquieto por su horizonte penal. Pero no por las decisiones adoptadas en relación con la fusión de las siete cajas que formaron Bankia y la posterior salida a Bolsa. Piensa que no tiene responsabilidad alguna, porque fueron promovidas por el Gobierno (socialista) y el Banco de España. Y puede explicar que las circunstancias cambiaron posteriormente. Lo que le inquieta son los contratos a Lazard, su ex banco.

Según ha sabido El Confidencial Digital de fuentes con acceso a Rodrigo Rato, le preocupan los contratos que, como presidente de Bankia, adjudicó a su ex banco Lazard en asuntos de asesoramiento y, sobre todo, en el diseño de la fallida salida a Bolsa de la entidad.

En concreto, teme que la amistad y los vínculos empresariales que le unen con Jaime Castellanos, presidente de Lazard, puedan complicar el proceso abierto en la Audiencia Nacional para determinar las irregularidades que se habrían cometido en la entidad en los años previos a su nacionalización.

Un asunto clave que tendrá que resolver el juez que instruye el ‘caso Bankia’, Fernando Andreu, es si el decisivo respaldo de Lazard a las operaciones, que terminaron desencadenando el colapso de la entidad, resultaron contaminadas por la buena relación que mantienen Rato y Castellanos.

El caso de Miguel Blesa

Según fuentes de su entorno, esta circunstancia, unida a lo ocurrido con Miguel Blesa, que fue encarcelado, aunque fuera por menos de 24 horas, han inquietado enormemente a Rodrigo Rato.

La virulencia de jueces y fiscales contra los directivos bancarios, manifestada con claridad en el caso del ex presidente de Caja Madrid enviado a prisión, está quitando el sueño al ex vicepresidente económico, que ve que puede ser citado de nuevo por el juez para aclarar su responsabilidad en el descalabro de Bankia.

Relación de estrecha amistad

Entre su salida del Fondo Monetario Internacional (FMI) y su aterrizaje en la presidencia de Bankia, Rodrigo Rato trabajó en Lazard bajo las órdenes de Jaime Castellanos (2007-2010).

Castellanos aclaró en febrero, ante el juez Andreu, que pagó a Rodrigo Rato un fijo de un millón de euros al año por sus servicios. El contrato también incluía un variable pero, según el responsable del banco de inversiones, nunca llegó a percibirlo.

 

Siendo ya presidente de Bankia, Rato contrato a su antigua empresa para realizar servicios de asesoramiento, que podrían haber ascendido en total a 14 millones de euros. Además de esa cantidad, Lazard habría cobrado otros 12 millones de euros sólo por el diseño de la salida a bolsa de la entidad, operación que terminó siendo un auténtico fiasco para los accionistas.

Sus vínculos empresariales

El presidente de Lazard, Jaime Castellanos, confesó en su declaración ante el juez Andreu que, además de la amistad que les une, también comparte con Rodrigo Rato intereses empresariales. En concreto, según admitió el presidente del banco de inversión, ambos son socios de una comunidad de bienes que tiene en propiedad un local en un centro comercial de Alcorcón.

El inmueble, según explicó el propio Castellanos, está alquilado en estos momentos a un supermercado de la cadena Mercadona. Los beneficios que genera el arrendamiento se reinvierten en el pago de la hipoteca con la que financiaron su adquisición.

Castellanos y Rato también tienen otra sociedad en común, que surgió para dar cauce a las “inquietudes empresariales” que ambos compartían, según el financiero.

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