Gasto extra para los consumidores antes de las vacaciones

Subida de 10 euros en el recibo de la luz de junio

El agua y el viento sólo están aportando un tercio de la producción eléctrica por la sequía. Las compañías han comenzado también a cargar atrasos en la factura de 5 euros

Factura de la luz de una compañía española.
Factura de la luz de una compañía española.

Cuidado con el uso de aires acondicionados, ventiladores y otros electrodomésticos este verano. El coste del recibo de la luz registrará una subida de casi 10 euros en junio. El incremento se va a producir después de uno de los periodos de mayor consumo eléctrico en España. La ola de calor se ha instalado sin tregua durante veinte días de este mes.

El consumo de energía alcanzó una punta superior a los 39.000 megavatios durante la semana pasada, mientras que en el mismo periodo de hace un año no superaba los 34.000.

La subida de unos 5 euros que los consumidores experimentarán en la factura de junio se une a las acumuladas desde que comenzó este 2017. Así las cosas, en los últimos seis meses, el coste de la luz ha llegado a doblar a los registros del año pasado

Según fuentes del sector, la escasez de lluvias y de viento están provocando que las dos terceras partes de la producción eléctrica se cubran con la generación procedente de las plantas más caras, como las de los ciclos combinados (27%) y del carbón (23%).

El recibo volverá a subir en junio (3%)

A solo tres días de que finalice el mes de junio, el coste de producción de la electricidad ha subido en torno a un 8,5% durante este mes de junio con respecto a mayo, lo que puede suponer en el recibo eléctrico de los hogares una subida final de alrededor del 3% con respecto al pasado mes.

Este ascenso se explica porque el precio de generación ha pasado de 47,11 euros por megavatio hora en mayo a 51,10 en junio, según los datos del pool eléctrico del operador del mercado OMIE.

De esta manera, la tarifa regulada de la electricidad vuelve a subir en junio, tras subir en mayo, mantenerse estable en abril y encadenar dos meses a la baja en marzo y febrero.

En términos anuales, si se compara el dato de lo que va de junio con el del mismo mes del año pasado, el precio de producción de la electricidad se ha encarecido un 31,4%. Entonces, se situó en 38,90 euros por MWh, lo que supone en el recibo una subida en torno al 10%.

El precio se encarece por el carbón y el gas

Las fuentes consultadas por ECD explican los motivos principales que están causando este incremento del precio de la luz en el arranque del verano, justo en el momento en el que se registran los mayores consumos de todo el año.

Argumentan que el elemento que más influye en el precio mayorista de electricidad en España tiene que ver con la parte de demanda que cubren las centrales térmicas convencionales (carbón y gas natural).

 

El recibo es más caro cuanto más carbón y gas se utilice para producir energía eléctrica. En este caso, las eléctricas tienen mayor margen de maniobra para establecer los precios, al poder repercutir también al usuario los impuestos medioambientales que el Gobierno aplica al uso de estas fuentes de energía.

Por consiguiente, sale más barato al usuario final que las compañías recurran a las centrales hidroeléctricas y eólicas para producir electricidad.

Las eléctricas no sueltan agua embalsada

Fuentes del sector energético insisten en que la producción hidroeléctrica, a partir de la tercera semana de mayo, se ha reducido sustancialmente. Los cálculos que manejan los analistas certifican que esta fuente de energía apenas está aportando ahora un 30% del total, una cifra hasta 10 puntos por debajo de su media habitual a lo largo del año.

Esto es interpretado por los expertos como “una decisión empresarial”. La mayor o menor aportación de esta importante fuente de producción de electricidad no depende tanto de la meteorología, como sí sucede exclusivamente con el viento, sino de la decisión de las propias eléctricas.

Menos lluvias y alta demanda disparan el precio

Desde las grandes compañías, como Iberdrola y Endesa, matizan a ECD estas afirmaciones. Efectivamente, no están soltando agua embalsada pero explican que la escasez de lluvias no aconseja tampoco recurrir con excesivo ímpetu a este recurso, nada más comenzar el periodo estival.

Las restricciones de agua que pudieran sobrevenir en los próximos meses por la ausencia este verano de precipitaciones importantes aconsejan prudencia.

Además, añaden, la falta de viento constante y la elevada demanda por las altas temperaturas durante la ola del calor del último mes han constituido -advierten- a la ‘tormenta perfecta’. Esto es lo que ha provocado, a juicio de las compañías, que el precio de la luz esté subiendo en el mercado diario.

Y además... refacturación en los meses de verano

Por si esto fuera poco, las eléctricas han comenzado a aplicar a partir del mes de mayo una refacturación en el recibo de la luz para compensar las diferencias a su favor por las tarifas que durante tres años se aplicaron incorrectamente por un mal cálculo del Gobierno en la fijación de su parte regulada.

La regularización media será de solo 2,2 euros por cliente, aunque para una potencia de 4,4 kilovatios (kW) y un consumo de 3.000 kilovatio hora (kWh) al año, se elevará a 5,67 euros.

Las compañías deben remitir a los usuarios para informarles de los motivos del reajuste en el cobro y les ha dado libertad para decidir si lo aplican a lo largo de varios recibos hasta el 30 de septiembre, o de golpe.

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