El ‘club de empresarios VIP’ ofrecerá al nuevo Gobierno la red internacional de las grandes empresas (Santander, Telefónica, Iberdrola) para lanzar las pymes fuera de España

El ‘club de empresarios VIP’ perfila ya sus propuestas para el nuevo Gobierno que salga de las urnas tras el 20-N. Una de las medidas que el ‘lobby’ liderado por César Alierta, Emilio Botín e Isidro Fainé trasladará al futuro inquilino de La Moncloa será la de ofrecer la red exterior de las grandes compañías españolas para facilitar la internacionalización de las pequeñas y medianas empresas.

Fuentes empresariales, a las que ha tenido acceso El Confidencial Digital, explican que el ‘club de empresarios VIP’, que aglutina a las 17 principales compañías españolas, ultima su segundo informe importante para sacar al país de la crisis.

El documento del ‘lobby’ encabezado por César Alierta, y en el que se encuentran también los presidentes de firmas como Banco Santander, BBVA, La Caixa, Repsol, Iberdrola, El Corte Inglés, ACS, Ferrovial, Acciona, Inditex o Planeta, será entregado al nuevo Gobierno en los días posteriores al 20-N con la intención de que las medidas puedan echar a andar cuanto antes.

Según las fuentes consultadas, una de las propuestas ‘estrella’ de los grandes empresarios será facilitar la internacionalización de las pequeñas y medianas empresas. Para ello, las más importantes firmas españolas están dispuestas a ofrecer su propia red exterior como plataforma para lanzar a las pymes en el extranjero.

El selecto club de empresarios ha decidido no publicar documentos hasta después de las elecciones con el objetivo de no interferir en la campaña, ni tampoco lanzar mensajes desde la posición e influencia que le confieren sus empresas. Así se lo han transmitido en privado a los propios candidatos a La Moncloa, Mariano Rajoy (PP) y Alfredo Pérez Rubalcaba (PSOE).

Segundo informe

Esta será el segundo gran informe de este ‘lobby’ empresarial, tras el contundente documento publicado en julio en defensa de España como país, -véalo aquí- en el que argumentaban en la relevancia de algunas empresas españolas -líderes mundiales- como Santander, Telefónica, BBVA e Iberdrola.

El trabajo pretendía contestar con argumentos a los ataques que se habían desatado, en aquel momento, contra la economía española desde fuera de nuestras fronteras, que se habían incrementado por parte de las agencias de rating y analistas extranjeros, y descartar las comparaciones con Grecia, Irlanda y Portugal.

 

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