Zapatero ha empezado ya a citar a los presidentes de las grandes empresas para una nueva ‘cumbre’ en Moncloa. Será la tercera y quiere celebrarla un sábado de julio
Zapatero mantiene la línea de acercamiento a los grandes empresarios del país iniciada en noviembre, para intentar un respaldo a su gestión de la crisis económica. Ha empezado a citarles para reunirse con ellos dentro de este mes de julio. Mientras, el candidato Rubalcaba parece ir en otra dirección, como se ha visualizado con su feroz ataque contra los bancos.
Según ha podido saber El Confidencial Digital, el presidente del Gobierno quiere volver a reunirse en las próximas semanas con los líderes de las principales empresas del país, es decir, los presidentes de las más de 40 compañías punteras de España
Desde la Oficina Económica se ha comenzado a poner en marcha la maquinaria para conectar con los destinatarios y concertar una fecha posible, a poder ser un sábado de este mes de julio.
Según las fuentes consultadas, de no poder cerrar la cita para un sábado de este mes de julio, el jefe del Ejecutivo retrasaría el encuentro hasta septiembre, ya que considera que una convocatoria en pleno agosto podría no ser viable para los empresarios porque muchos de ellos estarán fuera de Madrid.
Zapatero se comprometió en el último encuentro con ellos, a finales de marzo, en recibirles en el complejo presidencial transcurridos tres meses, con el objetivo de evaluar el efecto que las últimas medidas habían tenido en la recuperación económica del país.
Considera que antes de las vacaciones de agosto es un buen momento para, coincidiendo con el final del curso político, hacer balance de las últimas reformas puestas en marcha por el Gobierno, además de pulsar la opinión al respecto de los líderes empresariales.
Sin duda, otro de los temas estrella será si hay o no adelanto electoral a otoño, también por cómo pueda afectar esa decisión a la actividad de las grandes compañías.
Los mensajes de noviembre
En el primer encuentro de empresarios, celebrado en La Moncloa el 27 de noviembre, las palabras de los presidentes de Santander y BBVA tuvieron especial urgencia, dado que el sector financiero era uno de los que más estaba sufriendo los efectos de la crisis.
Emilio Botín y Francisco González reclamaron a Zapatero la máxima celeridad en la aplicación de las reformas estructurales prometidas por el Ejecutivo.
El presidente del Santander exigió al Gobierno un discurso unitario y homogéneo para afrontar las dificultades económicas. El de BBVA lanzó un duro mensaje al presidente. Le hizo ver la “grave situación económica” que atravesaba el país, y le aconsejó poner en marcha las reformas anunciadas con la “máxima celeridad”.
De aquella primera reunión salió un compromiso de Rodríguez Zapatero con los 37 empresarios asistentes de acelerar todas las reformas pendientes, tanto la del sistema de pensiones, como la laboral y la del sistema financiero.
La sucesión de Zapatero
En la reunión de marzo, algunos de los 44 empresarios presentes, entre ellos Emilio Botín pidieron a José Luis Rodríguez Zapatero que no convocara elecciones anticipadas y agotara la legislatura, con el fin de apuntalar la recuperación económica.
Sin embargo, otros, como el presidente del BBVA, volvieron a ser críticos con el presidente. Juan Roig (Mercadona) reclamó a Zapatero que aplicará en España la misma política del esfuerzo y la competitividad que él mismo había instaurado en su cadena de supermercados, y que le ha dado en el último ejercicio unos buenos resultados de facturación.
