Los españoles desconfían de los bancos y están preocupados por el aumento de robos en domicilios: la venta de cajas fuertes a particulares ha subido un 35%, sobre todo en Cataluña

La compra de cajas fuertes para uso doméstico continúa creciendo. En el ultimo año ha aumentado un 35%. Los fabricantes de productos de seguridad lo relacionan directamente con la desconfianza hacia los bancos y también con el miedo a sufrir un robo en casa.

Según ha sabido El Confidencial Digital, tras consultar a varias empresas de seguridad, en la mayoría de los casos los clientes piden a los distribuidores que no se sepa que van a instalar una caja fuerte en sus hogares. Gran número de los encargos, destacan las empresas comercializadoras, tienen como destino domicilios de Cataluña.

Aumentan los robos en los hogares

Además de por la desconfianza que tiene hacia las entidades financieras, bancos y cajas, el incremento de las ventas a particulares se debe también a que está aumentando entre los ciudadanos el temor a sufrir un robo en su propia casa.

El director Comercial de Arcas Grubble, José María Bilbao, recomienda que “la caja fuerte se ancle o sea empotrada, ya que se ha venido notando un importante aumento de robos en domicilios”.

Se aconseja también un tipo de caja fuerte de resistencia media-alta, ya que “las de chapa pueden ser forzadas fácilmente mediante una palanca”, explica Mirxel Ugalde, gerente de la empresa Baussa.

Las cajas fuertes favoritas

El tipo de caja más vendido, para uso de particulares, pesa 10 kilos y suele colocarse camuflada detrás de un enchufe de electricidad. Su precio oscila entre los 100 y los 430 euros

Si se trata de cajas fuertes de alta gama, el producto más solicitado ahora mismo es una de 150 kg, que se puede anclar por 1.200 euros.

También se ha incrementado notablemente la venta de armarios ignífugos destinados a contener documentos, y que cuestan alrededor de 1.500 euros. La empresa NT Seguros, en concreto, ha experimentado un aumento de las ventas de este producto de un 5%.

 

Cae la demanda de empresas y bancos

Por otro lado, las empresas de seguridad han registrado un descenso del 30% en la compra de cajas fuertes por parte de los bancos. Señalan que la causa de esta caída se encuentra en las fusiones de entidades financieras, que aprovechan las cajas de las oficinas que han ido cerrando.

Sólo las compañías que están obligadas por ley a comprar cajas fuertes, como ocurre con casinos y bingos, experimentan un incremento de la demanda. Se exige a Comproro (dedicados, como su nombre indica, a comprar oro), joyerías, administraciones y loterías tener cajas fuertes grado IV, que poseen una cerradura con retardo y bloqueo.

Sin embargo, cabe destacar el caso concreto de los establecimientos de Comproro, donde las peticiones han caído bruscamente. Según la ley de Seguridad Privada, están obligados a contar con cajas fuertes grado V, que tienen un precio muy alto, y eso les ha llevado a frenar su utilización.

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