La naviera Maersk ya ha modificado las rutas

Los estibadores han bajado la presión con la huelga para frenar la fuga de contenedores a Marruecos y Portugal

Tanger y Leixoes (Oporto) han comenzado a flexibilizar las inspecciones para quedarse con los barcos que dejen de operar en España. Miedo a perder puestos de trabajo

Estibadores.
Estibadores.

La decisión de los estibadores de aflojar la presión desconvocando las huelgas de esta semana esconde un trasfondo de enorme inquietud. Se ha entendido como un gesto de distensión tras la negativa de la oposición a apoyar el decreto del Gobierno. Pero el colectivo está constatando maniobras en puertos competidores que amenazan su futuro.



Los buques que provienen de Asia y Oriente Medio hacia Europa, que normalmente llegan a Algeciras, han comenzado a ser desviados a otras instalaciones en el Mediterráneo. En estos puertos alternativos se realizará el transbordo de la carga con destino África, Mediterráneo, Europa del Norte y América Latina.

Una de las navieras que ha iniciado este proceso es la danesa Maersk. Opera un tercio de los movimientos de mercancías de los puertos españoles y modificará las rutas durante los días de paro en España partir del próximo viernes. El grupo reducirá su presencia en Algeciras y recurrirá a terminales alternativas en Europa y el Mediterráneo.

Marruecos ampliará el puerto de Tanger

Una de esas alternativas será el puerto de Tanger. Se ubica al norte de Marruecos, a solo 14 kilómetros de España, en el estrecho de Gibraltar. APM Terminals, la filial estibadora del grupo Maersk, ya opera en una de las terminales de este puerto.

Además, la instalación está ejecutando la ampliación de una nueva fase que comenzará a trabajar en 2019. Supondrá entonces una seria competencia con Algeciras y Valencia en el tráfico de mercancías de tránsito o de trasbordo.

Portugal elimina trabas burocráticas

Portugal tiene también sobre la mesa un ambicioso plan para reforzar la competitividad del puerto de Leixoes (Oporto), al norte del país, con nuevas infraestructuras, reformas y ampliaciones. El proyecto se ejecutará a lo largo de los próximos diez años -antes de 2026- hasta sumar una inversión de 430 millones de euros.

Incluirá aportaciones del Gobierno portugués, fondos comunitarios y, especialmente, financiación privada. La principal infraestructura será la construcción de una nueva terminal de contenedoresen la instalación para duplicar su capacidad.

Portugal persigue convertirse en referente en el norte peninsular y ganar presencia en el mercado español. Se ha marcado como objetivo ‘robar’ actividad al puerto de Vigo.

Las primeras maniobras se han puesto en marcha aprovechando el desvío de rutas por la huelga de estibadores en España. Está eliminando trabas burocráticas en el Puesto de Inspección Fronteriza (PIF) para vender la instalación como punto atractivo de descarga. Los inspectores tienen orden de realizar un despacho de mercancías más ágil.

La proximidad geográfica, sus menores niveles de saturación, la celeridad en las entregas o sus buenas conexiones internacionales son las principales bazas que va a tratar de explotar el puerto de Leixoes para quedarse con los buques que dejen de operar en España.

 

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