El entorno del ex presidente de la CNMV, Manuel Conthe, preocupado por su futuro: se ha cerrado muchas puertas y eso es peligroso

Una reunión de amigos, a su vez amigos o conocidos de Manuel Conthe, sirvió hace unas semanas para poner sobre la mesa su difícil posición actual. Los asistentes en algunos casos habían compartido labores de gestión con él cuando era alto cargo en el Ministerio de Economía, en la anterior etapa socialista.

Algunos preguntaron a los más íntimos de Conthe por su futuro. La preocupación era clara, porque el ex presidente de la CNMV había empezado la batalla contra el Gobierno cerrándose puertas de salida, con lo que eso supone para el porvenir. “Era algo con lo que había que contar, debido a su carácter de siempre”, vino a decir uno de ellos.

Los reunidos no ahora tienen relación profesional con Conthe, pero sí hablan con él de vez en cuando, y ninguno entendía su “declaración de guerra” al Gobierno sin tener un escudo protector: todos descartan la posibilidad de que esté buscando un puesto en la política activa de la mano del PP.

Tras esa reunión de amigos, en la que no estaba Pedro Solbes, varios han seguido cambiando opiniones por teléfono, sobre todo tras las acusaciones directas de Conthe a la Oficina Económica de Moncloa, al aspirante a alcalde de Madrid, Miguel Sebastián, y a la propia CNMV, denunciando un complot para desbancar a Francisco González de la presidencia del BBVA.

Desde su punto de vista, el argumento será difícil de sostener, porque el intento más serio de sacar a FG del banco fue la entrada en su capital de la constructora Sacyr, y de ese movimiento había constancia de que lo supo antes Rajoy que ZP.

Las opiniones de los reunidos aquel día de abril coinciden en dos cosas: Conthe ha reabierto un caso cerrado de Francisco González, y se ha ido tapiando puertas a medida que salía de la CNMV. Su futuro ahora es más incierto que cuando abandonó el Banco Mundial y, según destacan, el mayor problema es que ha puesto en apuros serios a quien le nombró, el vicepresidente Solbes, a quien quiso defender diciendo que no sabía nada de lo ocurrido, un argumento sin sentido.

Ahora todos andan preocupados, o por lo menos dicen que lo están, por la suerte de Manuel Conthe porque, enfrentarse a un Gobierno en ejercicio siempre difícil y peligroso, pero intentar arreglar en entuerto sacando muertos del armario que afectan a presidentes de bancos tampoco ayuda mucho.

Y todo ello, según algunos de los presentes en aquél debate, sin discutir las grandes virtudes de Conthe como gestor y su inteligencia intuitiva para intentar que las cosas funcionen.