Protege tu piel del sol también en la ciudad: las recomendaciones de un experto
Proteger la piel del sol es algo que la mayoría de los turistas asocian a la playa o a la piscina. Sin embargo, cuidar la piel en zonas de interior resulta igual de importante, ya que el daño del sol puede ser igual o mayor. Por ello, resulta conveniente conocer los riesgos y prevenciones pertinentes en cada caso. Un experto aclara todas las dudas.
La playa es el destino de vacaciones elegido por la gran mayoría de los españoles: agua, arena y un sol potente del que debemos protegernos si no queremos poner en riesgo nuestra piel.
Sin embargo, también existe un elevado número de turistas que eligen destinos de interior para disfrutar de sus días de descanso.
Cuando viajemos durante los meses de verano a grandes ciudades o a pueblos del interior también debemos prevenir los efectos nocivos del sol en la piel.
David Romero Riu, miembro de Saluspot y dermatólogo y cirujano plástico en Epidermos BCN, explica las claves para protegernos de la radiación solar aunque no nos bañemos en el mar.
Protección dentro y fuera de la playa
Cuando estamos junto al mar tenemos claro que el sol el peligroso, explica el doctor especialista en el cuidado de la piel, pero la radiación es la misma si paseamos por la ciudad, tomamos un refresco en la calle o leemos un libro en nuestra terraza.
“Lo que condiciona el riesgo es el tiempo de exposición al sol”, aspecto con el que en general no estamos especialmente concienciados los españoles.
El tiempo seguro de exposición solar depende del tipo de piel de cada persona, añade. Una persona de piel muy clara se puede quemar tras 20 minutos de exposición solar entre las 11 de la mañana y las cuatro de la tarde si no utiliza un fotoprotector adecuado. En cambio, una persona de piel morena podrá exponerse mucho más sin quemarse, aunque siempre correrá riesgo si no se protege.
Trucos para proteger la piel del sol en zonas urbanas
-- Utilizar una crema con factor de protección solar no menor a 30 cada mañana.
-- Si trabajamos al aire libre llevar sombrero y manga larga e intentar estar en la sombra lo máximo posible.
-- Si sudamos mucho, repetir la aplicación del fotoprotector cada una o dos horas.
-- Utilizar cosméticos basados en principios activos de eficacia demostrada para revertir los efectos negativos del sol en nuestra piel.
-- Realizar un peeling cutáneo una o dos veces al año.
-- No fumar: el tabaco potencia el efecto negativo del sol en nuestra piel.
-- Mantener una alimentación saludable rica en antioxidantes.
-- Y si ya nos hemos quemado, la piel necesita nutrirse para recuperarse de la agresión. Necesitaremos productos calmantes, como los after sun, que bajen la inflamación.
Cómo elegir un protector solar adecuado para la ciudad
Los fotoprotectores llevan filtros físicos y químicos, antioxidantes y otros componentes que minimizan el daño del sol.
El fotoprotector ideal, en palabras del experto, depende del tipo de piel y de las horas de exposición.
-- Una persona de piel clara que trabaje al aire libre utilizará un filtro 50+, repetirá su aplicación periódicamente y llevará sombrero.
-- Una persona morena que trabaje en una oficina de 9 h a 17 h probablemente no necesitará fotoprotector. Un factor 30 sería suficiente en la mayoría de los casos.
El mejor formato: usar fotoprotectores más fluidos que no pringuen demasiado, ya sea en crema, espuma o vaporizador.
En la playa, por el contrario, especialmente en niños que están todo el rato en el agua, son más aconsejables fotoprotectores un poco más densos y resistentes al agua.
Si nos quemamos, ¿after sun o crema hidratante convencional?
El after sun no es más que una crema hidratante refrescante con componentes calmantes.
Lo que debemos hacer es lavarnos bien la cara al llegar a casa y aplicarnos la crema que utilicemos habitualmente.
La loción hidratante que le va bien a una persona no es adecuada para otra, por lo que un dermatólogo debe valorar nuestra piel para recomendarnos el tipo de crema idóneo.
En general, añade el experto, una que incluya antioxidantes, retinol o ácido glicólico será nuestro mejor aliado para contrarrestar los efectos negativos del sol.
Problemas a largo plazo de la sobreexposición al sol
Dos son los problemas que el experto resalta que nuestra piel puede experimentar si no controlamos el tiempo que pasamos al sol. Más aún, si lo hacemos sin tomar en serio las recomendaciones médicas.
El más frecuente, apunta, es el envejecimiento prematuro de la piel con la aparición de manchas y arrugas.
Pero lo más importante es que una exposición abusiva incrementa alarmantemente el riesgo de padecer cáncer de piel.
