Que no te pase como a Uma Thurman: 4 soluciones antienvejecimiento sin quirófano

El cambio radical de Uma Thurman en su aparición de principios de semana ha reabierto el debate sobre la obsesión por la cirugía estética. Los pequeños retoques a base de bótox y otro tipo de sustancias han provocado que algunas de las caras más conocidas de Hollywood hayan terminado por convertirse en otras que poco tienen que ver con las que algún día fueron. Sin embargo, la obsesión por luchar contra el envejecimiento inevitable de la piel tiene porqué pasar por la mesa de un cirujano. Te proponemos cuatro soluciones que no precisan bisturí.

Cambio radical de Uma Thurman.
Cambio radical de Uma Thurman.

Renée Zellweger hace unos meses, Meg Ryan, y ahora Uma Thurman han transformado extraordinariamente sus rostros en su personal cruzada contra las arrugas.

Tras pasar por diferentes intervenciones para poner remedio a las arrugas provocadas por la expresión y por el envejecimiento, en algunos de los casos anteriores, pocas facciones quedan es sus caras que recuerden a cómo eran antes de operarse.

Este último caso, el de la actriz protagonista de la saga de Kill Bill, ha reabierto el debate acerca de hasta qué punto es necesario transformarse de ese modo para intentar aparentar la treintena para siempre.

El doctor Moisés Martín Anaya, experto en la medicina aplicada a la estética en Clínica Ceta, explica a La Buena Vida que no es necesario pasar por el quirófano para rectificar los estragos de la edad en nuestra piel.

Tal y como señala el doctor Martín Anaya, “no hay que tener miedo a envejecer”. La medicina estética dispone de diferentes procedimientos para tratar ambos con una eficacia demostrada, añade.

Con la tecnologia médica más avanzada, los peeling, los rellenos, el botox, la radiofrecuencia y la luz laser esposible devolver a la piel su luminosidad su textura y su brillo, mitigando el efecto de los años y del sol, no manipulando, sino preservando o restableciendo su gracia natural. Y lo que es más importante, sin pasar por el quirófano en ninguno de los casos.

Cuatro soluciones no quirúrgicas antienvejecimiento

Según explica el doctor, existen tratamientos no quirúrgicos que no sustituyen a la cirugía pero sí retrasan su necesidad en el tiempo. Sin embargo, matiza, este tipo de tratamientos siempre dependen del problema que se tenga.

Las bolsas por ejemplo, es un problema habitual que tiene una única solución: la operación.

Si bien es cierto que para problemas del tipo surco nasogeniano (las arrugas que van desde la nariz a la boca) se pueden disimular con microinjertos de grasa del propio paciente o para los que están en la década de los 50, las arrugas se pueden tratar con láser y los peelings se utilizan para rejuvenecimientos faciales. Se trata de un método de relleno natural, que se utiliza fundamentalmente para voluminizar y, de este modo, reconstruir el volumen facial. Suele aplicarse, sobre todo, para devolver a los pómulos su posición original.

 

Otra alternativa son las inyecciones de vitaminas. Se trata de una técnica que va un paso más alla del efecto de las cremas antienvejecimiento. Alimentar la piel, nutrirla e hidratarla resulta fundamental a la hora de mantener un cutis firme y sin arrugas el mayor tiempo posible. Esta hidratación se puede llevar a cabo a través de cremas o mediante vitaminas, que potencian la salud de las celulas, activándolas. Aunque no dan volumen, estas inyecciones si quitan arrugas, al conseguir que la piel esté mas tersa.

El bótox es el método más conocido. Normalmente se utiliza para eliminar del rostro las patas de gallo y otras arrugas de expresión, como las que se acumulan en la frente y en los alrededores de la boca y la nariz. El funcionamiento de la toxina botulínica es sencillo: trabaja los musculos depresores del tercio superior de la cara, para evitar que con la expresión no tengamos estas arrugas. Este tratamiento también es realizado en consulta. Se inyecta directamente con una aguja muy fina en el músculo afectado. De este modo, la contracción del músculo se suaviza provocando que las arrugas se aplanen notablemente, llegando incluso a desaparecer.

La mejor prevención: el tratamiento y cuidado diario. Aún así y con todo para Moisés Martín Anaya de Clínicas Ceta el mejor tratamiento es la prevención y el tratamiento y cuidado diario de la piel. La limpieza, nutrición e hidratación son fundamentales para evitar los signos del envejecimiento de la piel. Una dieta y alimentación saludable y equilibrada y un ejercicio moderado.

Una tendencia que no tiene ni género ni edad

Cabe destacar, que no se trata sólo de una tendencia femenina. Hombres desde los 25 años, también se embarcan en la aventura de intentar retrasar lo máximo posible la aparición de las señales del envejecimiento.

Además, desde el punto de vista de la medicina estética, según apunta el doctor, no se pueden aglutinar las alternativas a la hora de pasar por el quirófano por franjas de edades.

Aunque es cierto que el paso del tiempo no es el mismo para la generación de los 40 que para la de los 50 o la de los 60, no todas las personas son iguales y cada caso hay que valorarlo de una forma particular, concreta.

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