Cómo ha cambiado nuestra manera de viaje en 20 años

Una de las cosas que más ha cambiado, debido al gran avance y utilización de la tecnología y de internet, en concreto de las redes sociales, ha sido la manera de buar y reservar los viaje.

Antes acudíamos a una agencia de viajes para que un experto nos asesorara acerca del mejor hotel calidad-precio y del destino que estábamos buscando procediendo él mismo a la reserva del alojamiento y el transporte. Sin embargo, en los últimos años, las agencias de viajes han dejado de colapsarse para pasar a hacerlo las miles de páginas web que se encargan del mismo trabajo.

Además, ahora, no solo es posible reservar hoteles o apartamentos y billetes de bus, avión o tren sin moverse de casa, pues también existen otras tantas páginas que ofrecen consejos acerca de los mejores lugares que visitar en el destino elegido o de las excursiones o actividades que pueden realizarse, incluso muchas veces pudiendo reservar la excursión en esa misma página. Un ejemplo de este tipo de guía online es 101viajes.

Por otro lado, debido a la acusada tendencia de los jóvenes estudiantes por conocer países, actualmente es muy fácil viajar a cualquier destino del mundo sin necesidad de gastar mucho dinero.

Antiguamente el que viajaba era el que poseía una economía solvente, con un puesto de trabajo asegurado y una edad bastante adulta, pues los billetes de avión, por ejemplo, no estaban al alcance de todos.

Sin embargo, hoy ya han aparecido muchas compañías low cost, como Ryanair, que ofrece la oportunidad de viajar por menos de 100 euros posibilitando a jóvenes sin recursos económicos conocer aquel destino tan deseado. Así pues, ahora el que viaja invirtiendo un buen dinero es porque quiere, no porque no disponga de opciones más rentables.

Otro factor que ha cambiado mucho en los últimos 20 años, en cuanto a viajar, es que ya no interesa solo acudir al destino con el fin de visitar lo más turístico y hacer las rutas más típicas porque esto ya lo hemos hecho en otros destinos o incluso en el mismo la primera vez que habíamos viajado allí.

Ahora, el que viaja también lo hace con el objetivo de aprender y vivir otras experiencias complementarias. Por ejemplo, el que decide viajar a Londres en muchas ocasiones puede ser para mejorar su inglés y el que va a Marruecos quizá sea por montar en camello.

Además, una vez en el destino elegido ya no optamos por colgarnos la cámara al cuello y fotografiar todo tipo de monumentos sin saber cómo han salido esas instantáneas.

Ahora, con los smartphones, conseguimos captar inéditas con igual o superior resolución a las cámaras tradicionales y  con la posibilidad de verlas en el momento y poder compartirlas con amigos y familia en tiempo real.