Consejos para solucionar los trastornos del sueño que provocan el envejecimiento de la piel

La cadena de centros de bienestar y belleza de Templo del Masaje propone una serie de pautas para dormir mejor, y que ese descanso se refleje en nuestro rostro y nuestro cuerpo.

Maribel Corpa
Maribel Corpa

Nadie pone en duda ya los efectos del sueño sobre la piel, pues durante la noche nos regeneramos por dentro y por fuera. Siempre que alcancemos los niveles profundos de sueño necesarios; de lo contrario, sólo acumularemos cansancio, envejecimiento... La cadena de centros de bienestar y belleza de Templo del Masaje propone una serie de pautas para dormir mejor, y que ese descanso se refleje en nuestro rostro y nuestro cuerpo.

Y la primera es que hay que dormir un mínimo de seis horas al día, y en una fase profunda. De lo contrario, es imposible recuperarse de la oxidación del día previo, y la siguiente jornada no empieza de cero, sino en negativo. «De suceder durante varias noches», argumenta la experta en belleza Maribel Corpa, cofundadora de la cadena Templo del Masaje, «va uno acumulando y la oxidación del cuerpo se manifiesta sobre todo en el envejecimiento de la piel: más mustia, apagada, sin brillo, con ojeras... algo deshidratada, las fibras caen y hay más arrugas».

Pero... ¿qué hacer para dormir mejor?. «Lo que nos dicta la experiencia es que lo primero es una conciencia calmada. Problemas profesionales o familiares, enfados, etcétera, nos llevan a descansar mal, porque nos "autocastigamos" subconscientemente». Si es un problema de melatonina, la hormona cerebral que ayuda al sistema a reducir la actividad al mínimo para inducirnos al sueño, al tratarse de un producto natural se puede adquirir en parafarmacias, no tiene efectos secundarios y suele ser beneficiosa.

Otro tipo de insomnio lo produce un insuficiente riego sanguíneo en la cabeza, a veces porque el cuello está muy bloqueado por las malas posturas, o bien en población muy anciana. En este caso, lo ideal son los estimulantes naturales de la circulación, como el gingko biloba. «Que sientan de maravilla a determinadas personas para dormir, y a pesar de que se supone que es un estimulante: lo que consigue es irrigar el cerebro y ayudar a que las hormonas del sueño actúen mejor». Una solución a más largo plazo son algunos tipos de masajes como el shiatsu, mientras que problemas más graves –como la apnea del sueño– requieren ya de intervención médica, pues suelen requerir aparatos o medicamentos fuertes para inducir la desconexión.

Pero siempre se puede facilitar la inducción natural. Por ejemplo: las cenas deben ser ligeras, y sobre todo se han de dejar pasar unas horas antes de irse a la cama, para que realizar la digestión antes de acostarse. Ayudan también las infusiones (manzanilla, lavanda, melisa, pasiflora...), «para inducir al sueño o cuando las digestiones son pesadas», concluye Maribel Corpa. «Hablamos de hierbas que son digestivas: ayudan a realizar el proceso de absorción y asimilación de nutrientes e inducen a un sueño más placentero».

 

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