7 pasos para guardar la ropa de invierno y encontrarla perfecta después del verano

Tras uno de los inviernos que más tarde llegó, parecía que nunca íbamos a alcanzar una constancia en las temperaturas de verano. Sin embargo, esto no es así, tras unos días pasados por agua y con el frío que parecía no querer irse, por fin llegan las altas temperaturas y podemos empezar a sacar del armario la ropa de verano.

Armario de verano.
Armario de verano.

En la mayoría de los casos, sobre todo en el de las mujeres, tratar de mantener el mismo armario en invierno y verano se convierte en un verdadero quebradero de cabeza, entre otras cosas, por motivos de espacio.

El cambio de armario de una temporada a otra es un hábito cada día más habitual en la sociedad en la que vivimos.

Sin embargo, aunque extendido, es una tarea que conlleva tiempo y esfuerzo: de seleccionar qué guardamos, de preparar la ropa para sustituila y de encontrar sitio para que no estorbe hasta el invierno siguiente.

Cambia de temporada en siete pasos

Hay solución. Desde La Buena Vida recomendamos siete sencillos pasos que facilitarán la tarea y la convertirán en una actividad más simple y eficiente.

-- En primer lugar, es conveniente que reservemos un día específico en nuestra agenda agenda exclusivamente para ello. Debemos afrontar esta jornada como si fuera un día entretenido de “re-shopping”, es decir: pensar que nuestro armario va a cambiar de alguna manera y con una gran ventaja: será gratis. Un nuevo concepto que ha de alegrarte la tarea.

-- Una vez tengamos seleccionado el día que dedicaremos a realizar nuestro cambio debemos saber que el segundo paso consiste en clasificar las prendas que vas a guardar por categorías. Es decir: los pantalones con los pantalones y las camisas con las camisas. De esta manera, en caso de necesitar una prenda concreta para una ciudad que tenga un clima diferente al nuestro, podremos encontrarlo más rápido. En este caso no sólo se trata de rapidez, sino de eficacia a largo plazo.

-- La tercera clave será probarte todo aquello que te genere dudas y que lleves más tiempo sin usar. Así sabrás cómo te queda en esa momento ypodrás decidir objetivamente si quedártelo o, por el contrario, desecharlo y ahorrar espacio en caso. La decisión puede basarse en diferentes factores. Piensa si te las has puesto en el último año -si no lo has hecho posiblemente sea el momento de descartarlas-, si son tu talla, si te siguen gustando… huye de los “esto me lo quedo por si acaso”, no te benefician.

-- En cuarto lugar, hemos de clasificar de nuevo las prendas en dos categorías: “prendas a conservar” y “prendas descartadas”, en base a la elección que hayamos hecho en el paso anterior. Generalmente después de probarnos la mitad de nuestro armario todo queda desordenado y deberemosordenarlo y colocarlo para poder guardarlo, ya sea en cajas o en el armario. Las primeras han de estar en buenas condiciones antes de ser guardadas, asegúrate de que no tienen manchas o desperfectos. Con las segundas puedes optar por la venta de segunda mano, cada vez hay más páginas webs que se dedican a ello, o la donación.

-- Tras esto, el quinto paso que debemos seguir será cuando nuestro armario ya esté vacío. Antes de meter las prendas de la nueva temporada, aprovecha para hacer limpieza del mismo. Generalmente con tanta ropa colgada y doblada en las baldas, el armario va cogiendo polvo, algo que no es nada favorable a nuestra ropa. De paso, podemos aprovechar para renovar el ambientador que tienes o, en caso de no tener uno ya en el armario, incluye un ambientador o producto similar. El objetivo es evitar la aparición de polillas y malos olores en la ropa.

 

-- El sexto paso, coincide con el tercero. Debemos probarnos la ropa que vayamos a introducir en el armario y descartar todo aquello que ya no sea útil para nosotros, que no nos valga o que hayamos dejado de usar. No tengas miedo a deshacerte de algo puesto que las rebajas de verano están a la vuelta de la esquina y podrás renovar tu vestuario en unos meses.

-- Y por último, el séptimo paso a llevar a cabo será meterla en el armario, puedes hacerlo utilizando diferentes criterios a la hora de ordenarla en el mismo, puedes hacerlo por colores, por categoría de prendas, por prendas más y menos usadas, etc, el criterio lo eliges tú según se adapte a tu día a día.Asegúrate, no obstante, de que esté bien planchada y en buenas condiciones. De este modo cuando decidas ponértela podrás hacerlo sin problema.

En todo este proceso no olvides un concepto importante a tener en cuenta: “el fondo de armario”. Procura que entre tus prendas estén aquellas prendas básicas que todos debemos incluir en nuestro guardarropa (vaquero, camisa blanca, pantalón negro, blazer negra…).

Respecto al guardado en cajas, recuerda introducir bolsitas similares a las que encontramos en los bolsos y zapatos nuevos. Así, protegeremos nuestras prendas de la humedad, un factor que puede perjudicar a nuestra ropa a largo plazo.

Es recomendable también, lavar y planchar la ropa que vamos a guardar con el fin de encontrarla perfecta cuando vuelva el frío. Para ello, asegúrate de que ninguna de las prendas que introduzcamos estén húmedas, puesto que empeorará el estado de cualquiera que esté cercana a la misma.

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