BMW M5 Competition. La bella y la bestia
Después de seis generaciones de BMW M5 la marca bávara presenta, el BMW M5 Competition. Este modelo, basado en la reciente sexta generación, se presenta como el M5 más potente de la historia gracias a sus 625 CV, 25 CV más que el actual M5 (600 CV).
Monta un motor V8 con 4,4 litros de cilindrada sobrealimentado mediante la tecnología M TwinPower Turbo y un sofisticado sistema de tracción integral M xDrive.
Manuel Reyes
Hay automóviles que dejan huella en la historia por sus características y lo que significan. Presentarse en 1984 como la berlina de producción en serie más rápida del mundo constituyó todo un honor que recayó en el BMW M5. Su motor de 6 cilindros en línea (286 CV) le permitía alcanzar una velocidad máxima de 248 km/h. Desde esta fecha hasta 2018 son ya seis las generaciones de BMW M5 que se han encargado de perpetuar esta especie única.
Auténticos lobos con piel de cordero o, lo que es lo mismo, unos vehículos con carrocería sedán de 4 puertas o familiar (Touring) de apariencia más o menos discreta con genuinas prestaciones de deportivo pura sangre. Bajo su capó han encontrado acomodo mecánicas de 6 cilindros en línea, V10 y últimamente V8.
La historia de esta potente M hay que buscarla en BMW Motorsport, la división de la marca que desde 1972 produce coches de carreras partiendo de modelos de serie.
Una historia que posteriormente continúa para transformarse en leyenda de la mano de toda una estirpe de deportivos de calle de altas prestaciones, estética discreta y excepcional rendimiento, la Serie “M” de BMW. Modelos modificados por el departamento Motorsport de BMW.
Hace tan solo unos meses que debutó el nuevo BMW M5 (sexta generación), que se presentó en sociedad como el primer M5 con tracción integral. De su antecesor conserva el motor V8 con 600 CV, pero con respecto al cambio, que sigue siendo automático, ahora es de tipo convertidor de par con 8 velocidades en sustitución del anterior de doble embrague con 7 marchas.
Para tranquilidad de los puristas de la tracción posterior, el sistema xDrive tiene un programa que ofrece exclusivamente tracción trasera.
Sobre la base de este M5, para los que todavía quieren más potencia, más exclusividad, se ha desarrollado el BMW M5 Competition, que incluye un motor más potente (625 CV), modificaciones en el chasis y ligeros cambios estéticos.
Las mejoras introducidas en el motor V8 de 4,4 litros han propiciado una ganancia de 25 CV que eleva la potencia hasta los 625 CV a 6.000 rpm. Sin embargo lo que más llama la atención es que la cifra de par máximo, 750 Nm, que se obtiene a 1.800 rpm y se mantiene constante hasta las 5.800 rpm.
Un régimen de giro que casi coincide con el de potencia máxima (6.000 rpm) lo que da idea del tremendo potencial de este propulsor, que ofrece un empuje de locomotora. Como cabe suponer las prestaciones están en consonancia: una velocidad máxima de 305 km/h en caso de no contar con limitación electrónica (250 km/h) y una aceleración de 0 a 100 km/h en 3,3 s.
En lo que afecta al chasis, se ha rebajado la altura 7 mm, se ha aumentado la caída de las ruedas delanteras, monta amortiguadores un 10% más firmes y muelles más rígidos, una nueva barra estabilizadora trasera y se han modificado las uniones de los brazos de la suspensión.
Las llantas de 20 pulgadas en acabado bicolor son específicas, muestran un diseño de radios en “Y” y van calzadas con neumáticos en medida 275/35 delante y 285/35 detrás. También el sistema de escape se ha desarrollado específicamente para el M5 Competition.
Las armas para pasar al asfalto con total eficacia semejante potencial son, el sistema de tracción integral M xDrive y el diferencial activo M del tren posterior. La interacción entre ambos dispositivos optimiza la motricidad, la agilidad y la estabilidad direccional.
El sistema M xDrive prima la tracción al tren posterior, como no podía ser de otra manera. Incluye el modo dinámico M con tres programas de conducción: 4WD, 4WD Sport y 2WD. Este último, enfocado a los puristas de la conducción deportiva, ofrece la tracción trasera pura y dura a la vez que desactiva el Control Dinámico de Estabilidad (DSC).
Todos estos cambios a nivel mecánico se completan con ligeras pinceladas a nivel de carrocería. Del programa de personalización BMW Individual toma el exclusivo color Shadow Line de alto brillo.
Además, ciertos elementos como, los marcos de los típicos riñones de la marca, las carcasas de los retrovisores, la rejilla decorativa de las branquias laterales y el alerón trasero van pintados en negro brillante. La inscripción “Competition” se añade a la insignia M5 en negro de la tapa del maletero. En el interior destacan los cinturones de seguridad negros con las líneas de los colores de BMW M y unas alfombrillas específicas.
Como colofón, para deleite de su feliz propietario, aparece en el cuadro de instrumentos un gráfico de “M Competition” cuando se arranca el motor.
