Teletipauto

35 años del Citroën BX. Adelantado a su tiempo

Desde su creación, la firma automovilística Citroën, también conocida como la marca del de los dos chevrones se ha caracterizado por las vanguardistas soluciones aplicadas en sus vehículos, tanto a nivel estilístico como tecnológico.

Citroën BX
Citroën BX

Uno de sus más emblemáticos modelos fue, el Citroën BX, lanzado al mercado hace 35 años. 

Desde diseños tan prácticos o sencillos como el del entrañable Citroën 2CV hasta el del sofisticado DS (Tiburón), ponen en evidencia la creatividad que siempre ha acompañado a Citroën, aderezada con una alta dosis de vanguardismo tecnológico.

La tracción delantera o la suspensión hidroneumática constituyen dos significativos aportes de la marca francesa a la industria del automóvil y a su particular legado. Un legado muy relacionado con un emblemático icono de Paris, la Torre Eiffel, muy unida a la historia de la firma de los dos chevrones.

El genio creador de André Citroën trascendió a la propia marca a la que dio su nombre para llegar al terreno de la publicidad. Iluminó la famosa Torre Eiffel con su nombre y el logo de los dos chevrones a base de miles de bombillas.

Casi medio siglo después, Citroën volvía a este emblemático monumento de la capital francesa para crear suspense ante un modelo que se revelaría clave en su historia: el BX. Un modelo presentado en sociedad, en 1982, con la misión de sustituir al original Citroën GSA.

Para ello partieron de un exigente pliego de condiciones en el que se buscaba una alternativa rompedora en lo estético, que lograra conectar con las necesidades y los gustos de las personas manteniendo las señas de identidad de la marca: prestaciones, confort y un excelente comportamiento en carretera.

En vísperas del Salón del Automóvil de Paris de 1982, Citroën apostó por un original espectáculo para dar a conocer su nuevo modelo y hacerlo destacar entre la legión de novedades que se presentaban en aquella edición. Una gran caja de madera quedó suspendida del primer piso de la Torre Eiffel, el 16 de septiembre de 1982.

En ella sólo se anunciaba que contenía el nuevo Citroën. Al objeto de provocar mayor expectación, la misteriosa caja descendía unos pocos metros todos los días. Como colofón, justo una semana después, se citó a la prensa al pie del monumento para el gran día.

El entonces presidente de la marca, Jacques Lombard, ofició de maestro de ceremonias para desvelar el automóvil que tanto se había hecho esperar: el Citroën BX.

En medio de un espectáculo de luces y pirotecnia, anticipo de una brillante carrera comercial, el BX empezó su singladura. Una carrera comercial en la que se matricularon más de 2,3 millones de unidades en todo el mundo.

 

Este modelo destacó por el gran confort de marcha y el excelente comportamiento en carretera que le proporcionaba la suspensión hidroneumática, exclusiva de Citroën.

Además, también sobresalió por sus versiones de altas prestaciones, como el BX GTi 16V, que podía alcanzar los 220 km/h. De las líneas de montaje de la fábrica española de Vigo salieron más de 222.300 unidades entre los años 1983 y 1992.

Video del día

Marta Rovira confirma que negocia con Sánchez
un referéndum de independencia para Cataluña
Portada
Comentarios
Envíanos tus noticias
Si conoces o tienes alguna pista en relación con una noticia, no dudes en hacérnosla llegar a través de cualquiera de las siguientes vías. Si así lo desea, tu identidad permanecerá en el anonimato