La publicidad de ‘toda la vida’ ¿sigue siendo una opción en la era de internet?
Las llegada de las redes sociales en la década de los noventa cambió radicalmente nuestras vidas. Los social media nos descubrieron la posibilidad de conectar online con aquellos que por distancia física o diferencia horaria no podíamos contactar más que a través de e-mail o correo postal.
No pasó mucho tiempo hasta que las empresas se dieron cuenta del cambio en la comunicación y rápidamente decidieron adoptar nuevas estrategias dejando de lado métodos de publicidad offline corporativa tradicionales como por ejemplo rollups, tarjetas de visita o trípticos. Pero, ¿fue ésta una decisión acertada?
Muchos vieron entonces y ven hoy a los social media como un modo de publicidad corporativa gratuita que les permite llegar a todo el mundo sin barreras geográficas ni temporales; pero la pregunta clave que las empresas deben hacerse es ¿consigo llegar a mi público objetivo a través de las redes sociales? No por publicar un post gracioso con una imagen divertida o incluso una animación GIF en el perfil corporativo de la empresa en las redes sociales se van a disparar las ventas y conversiones de sus productos. En otras palabras ¿de qué sirven los „me gusta" / „me encanta" si no se traducen en ventas, nuevos clientes o contactos con otras empresas interesadas en los servicios que ofrecemos? Es necesario plantearse cuáles son los objetivos de nuestra comunicación en las distintas redes sociales. No es recomendable publicar los mismos contenidos en los perfiles corporativos en facebook y twitter, por citar un ejemplo. Cada social media tiene su propio código y reglas de comunicación que debemos conocer para rentabilizar nuestra inversión publicitaria en ellos.
La publicidad en los social media no es gratuita ni tampoco es eficaz si no contamos con una estrategia y un equipo detrás encargado de ejecutarla. Así que la final lo más efectivo es apostar por aquellos métodos que nos permiten llegar a nuestro público objetivo; aquellos a quiénes queremos alcanzar para ofrecerle los servicios y/o productos de nuestra empresa. En comunicación corporativa no se trata de ir a la moda y apostar por métodos de publicidad online sino en encontrar la fórmula adecuada que combine lo mejor de los métodos clásicos, como rollups, tarjetas de visita y trípticos con el extra que nos ofrecen los medios online.
