Cómo te afectan las leyes según donde vivas

El sistema de comunidades autónomas con el que se articula España tiene repercusiones más allá de las más evidentes. Además de las diferencias puntuales en el sistema educativo, la gestión de los bienes de dominio público, o la descentralización del gasto en materias como sanidad, el hecho de nacer en una u otra ciudad puede influir también en tu matrimonio, las leyes de igualdad de género, o en la cantidad de impuestos a los que tengas que hacer frente.


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Dentro de la legislación que afecta a las 17 comunidades autónomas más las dos ciudades autónomas que son Ceuta y Melilla caben muchas interpretaciones de los códigos normativos. Cada región tiene la potestad para, en la mayoría de materias, legislar según consideren oportuno con respeto eso sí a las leyes nacionales y en último término a la Constitución Española. Pero esa horquilla es amplia y de ahí que en determinados aspectos varíe tanto el ordenamiento según donde te encuentres.

La vida en pareja va por barrios

Uno de los aspectos mundanos en los que las diferentes leyes van a tener una repercusión considerable es en los matrimonios. Desde el primer momento, cuando se tiene que elegir el régimen económico por el que se regirá la pareja, cada comunidad autónoma marca sus normas. En principio la mayoría se decanta, por defecto, considerar los bienes gananciales pero existen algunas en las que se establece si no se indica lo contrario separación de bienes.

Es especialmente en los casos de divorcio  o separación donde estas diferencias se acentúan. Los ejecutivos regionales han establecido diferentes actuaciones en aspectos como la custodia compartida de los menores en común, esto es, que tras una ruptura ambos progenitores puedan compartir el día a día de su hijo en igualdad de condiciones. Mientras algunas comunidades favorecen esta opción aunque no haya acuerdo entre los padres en otras, según la Ley nacional, se exige consenso y no se contempla como opción prioritaria.

Igual sucede por ejemplo con la consideración para las parejas de hecho, una opción para las personas que quieren compartir una vida en común pero sin formalizar un matrimonio. La regulación de esta forma jurídica también dependerá de la región en la que se encuentren las personas, ya que su inscripción depende de los registros regionales. De igual modo, cada área geográfica tiene sus propias leyes de mediación familiar.

Por eso ante cualquier problema legal que se plantee en estas situaciones lo ideal es contactar con un abogado que resida en la zona y conozca la legislación oportuna, para poder ser defendido en un juicio debidamente. Existen plataformas digitales como Easyoffer que ayudan a encontrar este tipo de profesionales, con la comodidad de hacer la búsqueda por Internet y de forma gratuita.

Los impuestos, el caballo de batalla

Pero por encima de otras consideraciones destaca una: la fiscalidad. El bolsillo de un ciudadano sufrirá más o menos según la región en la que viva, su trabajo se verá grabado por más impuestos y habrá operaciones que conlleven cargas más grandes dependiendo de la comunidad autónoma.

Incluso el IVA, que es uno de los tributos más homogéneos en el conjunto del Estado, tiene sus excepciones para  las Islas Canarias o las ciudades autónomas. Las diferencias se acentúan en otros como el Impuesto sobre el Patrimonio ya que en Madrid por ejemplo las personas están exentas hasta los dos millones de euros mientras que en Cataluña ese margen baja hasta los 500.000 euros, mientras que la mayoría de comunidades establecen un pago a partir de los 700.000 euros.

Al igual que con ese tributo, las diferencias en el Impuesto de Sucesiones, Transmisiones Patrimoniales, Actos jurídicos documentados, o incluso en la Declaración de la Renta también van a ser considerables dependiendo de dónde se viva. Por no hablar del Impuesto sobre Bienes Inmuebles que grava el valor de las propiedades, y que al ser de competencia municipal varía incluso entre ciudades colindantes (y las diferencias entre las capitales de provincia puede ser de más de cien euros, por ejemplo Pamplona en 2015 pagó de media 22,69 euros por este concepto mientras que Lleida alcanzó los 140).

Más diferencias en temas importantes

La vida en pareja y los impuestos son solo dos ejemplos de esa diferencia legislativa, pero hay muchos más. Destaca también la diferencia entre las leyes de Igualdad de Género, donde cada legislativo compone las medidas que estima oportunas para combatir la lacra de la vejación, incluyendo o descartando ciertos detalles que luego tienen repercusión cuando se juzgan hechos como una agresión sexual, maltrato psicológico, violaciones o violencia.

 

Otra de las diferencias regionales está en lo referente a la propiedad horizontal que regula todo lo relacionado con comunidades de vecino, bloques o parcelas donde convivan varios propietarios, y que en el conjunto nacional se rige por la Ley de Propiedad Horizontal mientras que en Cataluña se tiene en cuenta el Código Civil catalán.

Y por supuesto no se podría hablar de las diferencias normativas sin apelar al régimen foral que rige en Euskadi y en Navarra, lo que hace que los ordenamientos de estos dos territorios difieran de una forma determinante de lo contemplado en los textos estatales de aplicación común en el resto de regiones.

Por lo tanto antes de iniciar un proceso judicial, realizar trámites burocráticos, lanzarse al ámbito empresarial, recibir una herencia, o solicitar un divorcio, es necesario tener en cuenta las diferencias regionales ya que esos pequeños cambios en la legislación pueden tener grandes repercusiones.


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