La Cadena SER minimiza el efecto que va a provocar la fuga de sus profesionales al proyecto de Paco González en la COPE: “aquí lo importante no son las estrellas sino la marca”

El trasvase de periodistas y técnicos de la Cadena SER al equipo de Paco González se está viviendo con cierto desasosiego en la Gran Vía. Ya se ha contado la reacción de Daniel Anido, con importantes contraofertas a los redactores. Pero, además, en algunas reuniones recientes ha habido consignas y arengas dirigidas a los que se quedan.

Según testigos presenciales consultados por El Confidencial Digital, el mensaje que se está transmitiendo es, sobre todo, en tono triunfalista. Se minimiza por sistema el efecto que van a tener estas salidas y se habla del futuro con optimismo y hasta euforia.

El argumento que manejan Daniel Anido y su mano derecha, Rodolfo Irago, es que la Cadena SER sigue siendo la radio de referencia y así sucederá en un futuro. Esté quien esté en su plantilla. “Somos los mejores”, se les ha escuchado decir, y “vamos a arrasar, también la próxima temporada”.

La idea que subyace tras estas declaraciones es que las salidas no van a ser importantes porque en la SER lo importante no son las personas, los nombres o las ‘estrellas’, sino la marca, la casa.

Este lema es una vieja reivindicación del Grupo Prisa. Jesús Polanco y Juan Luis Cebrián llevan años insistiendo en que la clave del éxito del grupo no debía basarse en la notoriedad de unas personas concretas sino en el poder de una marca.

Esta es la razón, jamás reconocida en público, que tradicionalmente ha esgrimido la cúpula de Prisa para negar a los directores de sus principales cabeceras (El País, la SER, Cuatro) que participaran de forma habitual en tertulias de radio o televisión.

Una política cuyo resultado, por cierto, también ha sido cuestionado en altas instancias de Prisa. De hecho, internamente se admite que parte del éxito de Pedro J. Ramírez estos últimos años se lo debe a la estratégica ‘venta’ que ha hecho de El Mundo en sus frecuentes intervenciones públicas, tanto en radio como en televisión.

Sin embargo, los directivos de la SER intentan replicar ahora esta idea para rebajar el efecto de la marcha de tantos profesionales, aludiendo además a ejemplos recientes. Por ejemplo, el caso Carles Francino. El periodista catalán –se recuerda en la Gran Vía- se vio obligado a sustituir al mismísimo Iñaki Gabilondo. Era un desconocido para muchos españoles pero, años después, se ha consolidado en el puesto.

 

Video del día

6 de cada 10 de los que van en bici o en
patinete en ciudad no llevan casco
Comentarios
Envíanos tus noticias
Si conoces o tienes alguna pista en relación con una noticia, no dudes en hacérnosla llegar a través de cualquiera de las siguientes vías. Si así lo desea, tu identidad permanecerá en el anonimato