El Gobierno se “pasó” con el nivel de la representación en las beatificaciones de Roma

A las puertas de unas difíciles elecciones, el Gobierno no quiere problemas con los sectores católicos. Muchos dudaban de que enviara algún representante cualificado a la beatificación de 498 mártires españoles, y sin embargo quien ha estado en Roma ha sido el ministro de Asuntos Exteriores, persona, por cierto, que se confiesa “creyente”. Fuentes eclesiásticas explican que el Gobierno “se ha pasado” con una representación de tan alto nivel. La práctica habitual suele ser que a las beatificaciones basta que asista un secretario de Estado, mientras que los ministros se reservan para las canonizaciones, que no era el caso.