El Artur Mas desconocido: tímido, amante de la poesía, menos soberanista de lo que da a entender
¿Cómo es Artur Mas? Personas que le conocen bien le cuentan a El Chivato algunos detalles poco conocidos. Por ejemplo que, en contraste con Durán i Lleida, líder de Unió, el presidente de Convergència Democràtica de Catalunya, es hombre de acusada timidez. Una circunstancia que ha provocado que en ocasiones parezca que está a la defensiva.
Lo que la timidez le quita en campechanía y cercanía humana, se plasma, en las relaciones personales, en su voluntad de cumplir con la palabra dada. De ahí que le costara tanto aceptar el engaño de Zapatero en 2006, cuando le planteó en La Moncloa un pacto para que Mas presidiera la Generalitat a cambio de aceptar las reformas del Estatut que el Gobierno proponía. Al final, quien gobierna es José Montilla.
Junto a la timidez, le gusta la seriedad y de limpieza. En el aspecto de la corrupción se le tiene casi por un puritano. Aunque eso fuera compatible con sus frecuentes encuentros con el ahora ex-presidiario Lluís Prenafeta.
Desde su entorno dicen que en estos momentos es consciente de que tiene una sola oportunidad: o en otoño próximo gana la Generalitat, o abandonará la primera línea política.
En materia de nacionalismo catalán, Mas es de corazón menos directamente soberanista, aunque ha tenido que acrecentar ese perfil soberanista por necesidades de la situación de CiU (en la oposición) y como adaptación a su entorno.
A modo de anécdota, le comentan a El Chivato dos curiosidades de Mas: lo mucho que le ha costado aprender a “pisar Madrid”, terreno donde se sentía muy inseguro; y lo mucho que le gusta, en su calidad de antiguo alumno del Liceo Francés, la buena literatura francesa, especialmente la poesía. François Villon es uno de sus autores preferidos.
