Blanco ha delegado en Leire Pajín los asuntos del partido pero se ha quedado con uno: Navarra
El relevo de José Blanco por Leire Pajín ha dejado en manos de la nueva secretaria de Organización la mayoría de los asuntos que llevaba su antecesor en el cargo, es decir, el control del partido y las cuestiones electorales.
Fuentes vinculadas al PSOE le cuentan a El Chivato que Blanco le encargó especialmente la solución de dos retos, los dos “agujeros” más graves que sufre el partido, es decir, la Comunidad Valenciana y Madrid, donde las derrotas electorales son aplastantes.
En el caso de Madrid, Leire Pajín todavía no ha podido intervenir a fondo, porque cuando se hizo cargo del despacho Tomás Gómez ya estaba designado. No ha ocurrido lo mismo en el caso valenciano, donde promovió el nombramiento de Jorge Alarte como secretario regional, aunque las cosas no acaban de enderezarse.
Pero hay un asunto que José Blanco dejó fuera del traspaso de competencias y que se reservó para sí: Navarra. El hoy titular de Fomento fue decisivo en el acuerdo firmado en la comunidad foral, por el que el PSOE permitió a Miguel Sanz (UPN) hacerse con la presidencia de la Diputación, y quiere seguirlo personalmente, a título de “cuidador” del pacto.
En esa línea, ahora como ministro de Fomento, Blanco viajó el sábado a la capital navarra para firmar, junto con Sanz, la construcción del tren de alta velocidad a Pamplona.
