Carlos Fabra no quiere saber nada de nada: dice que está escaldado
El otrora poderoso líder del PP en Castellón, intocable incluso para el presidente de la Generalitat valenciana y para el inquilino de Moncloa, está escaldado de todo. Carlos Fabra, ex presidente de la Diputación de Castellón, no quiere saber nada de nada del mundanal ruido de la política local, regional ni nacional.
Ni siquiera de su aeropuerto, donde se levanta una escultura con su figura. Preguntado estos días por quién podría hacerse con el aeropuerto de Castellón, que él impulsó contra viento y marea, asegura no conocer absolutamente nada y no interesarle lo más mínimo. “Con la que me atizaron con el aeropuerto, ahora me da igual quien se lo lleve”, ha asegurado el ex presidente de la Diputación de Castellón a sus allegados.
El aeródromo está en fase de venta y hay tres ofertas, según anunció públicamente el gobierno regional la semana pasada. “Si sale adelante una de ellas y triunfa, que espero que sí, pues luego vendrán a decir que era una idea fantástica”, ha comentado Fabra. “Pero a mí ya me habrán dado lo que no está en los escritos, y de nada habrá servido conseguir que Castellón deje de ser la única ciudad importante de España sin aeropuerto”, se queja.
Fabra está condenado a cuatro años de cárcel por fraude fiscal. Ha presentado recurso y espera en su cuartel general a que el juez decida. “Los socialistas querían hundirme y sólo han conseguido una mínima parte de lo que esperaban”, asegura.
“Ahora iré hasta donde tenga que llegar para demostrar mi inocencia. Al Constitucional, a Estrasburgo o donde sea. Lo único que no voy a hacer es pedir el indulto. Cumpliré con lo que me echen pero no pediré el indulto”, remacha Fabra.
