El caso Faisán, la principal ‘preocupación’ para el candidato Rubalcaba, a punto de pasar a juicio oral
La investigación sobre el ‘chivatazo’ a ETA, que ha servido al PP para atacar en el Congreso a Alfredo Pérez Rubalcaba, está totalmente cerrada. Y, finalmente, no tendrá que declarar el secretario de Estado de Seguridad. Pero el ministro del Interior, y anunciado sucesor de Zapatero, no debería bajar la guardia ante las intenciones del instructor del caso.
Según le cuentan a El Chivato, el juez Pablo Ruz considera que es necesario “dar un paso adelante” en el caso. Se reunió con los magistrados de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional para comunicarles que no pedirá más informes policiales ni más testigos, para evitar que el proceso se alargue más tiempo.
La idea del juez instructor es citar, en las próximas fechas, al ministerio Fiscal y a los abogados de los tres acusados durante la investigación para notificarles la “apertura inminente” del juicio oral, en el que Víctor García Hidalgo, Enrique Pamiés y José María Ballesteros deberán defenderse de los delitos de revelación de secretos y colaboración con banda armada que se les imputan.
En los pasillos de la Audiencia Nacional se espera con especial interés la declaración del ex director de la Policía para explicar su actuación durante el ‘chivatazo’ a ETA. Según magistrados y abogados, la única opción de García Hidalgo,paralibrarse del delito de colaboración, sería acusar a sus superiores, tal y como han hecho los otros dos acusados con él.
De llevarlo a cabo esta maniobra, todas las miradas volverían a centrarse en el ministerio del Interior, por lo que la apertura del juicio oral servirá para confirmar o desmentir, de forma definitiva y por los propios acusados, el informe policial que afirma que el ‘chivatazo’ tuvo una “motivación política”.
