Una despedida en Lisboa, el enfado de Trinidad Jiménez y un desplante poco diplomático
Unas doscientas personas, representantes de la comunidad española en Portugal, asistieron este verano el homenaje de despedida al cónsul general en Lisboa, Álvaro Sebastián de Erice. Y se mostraron muy sorprendidas por la ausencia del embajador, Francisco Villar.
Le cuentan a El Chivato que los directivos de las siete instituciones españolas que funcionan en Portugal, en un acto poco común, agradecieron al cónsul el trabajo desarrollado durante cinco años, que propició, entre otras cosas, la creación de una red de médicos y sanitarios españoles en el país.
Las instituciones presentes fueron la Asociación de Empresarios Gallegos en Lisboa, la Asociación de Mujeres Profesionales Españolas en Lisboa, la Cámara de Comercio e Industria Luso-española, la Casa de España, la Red de Sanitarios Españoles en Portugal, la Beneficencia Española y la Xuventud de Galicia.
Algunos de esos directivos, lo mismo que el anterior embajador, Alberto Navarro, enviaron cartas a la ministra, Trinidad Jiménez, elogiando la tarea del cónsul.
Sin embargo, por lo que ha sabido El Chivato, la iniciativa, no agradó mucho a la ministra, ni tampoco al actual embajador, y así se lo hicieron llegar las autoridades del ministerio a Sebastián de Erice, un veterano diplomático con más de treinta años de carrera y que ha sido embajador en Croacia.
