La ‘bronca’ que le echó un poco importante Miguel Ángel Revilla a Emilio Botín en su primera reunión privada
Miguel Ángel Revilla y Emilio Botín han escenificado públicamente en varias ocasiones la aparente amistad que les une. Las palabras que se dedican mutuamente siempre tienen un tono positivo. Pero la relación no ha sido así desde el principio. Al contrario.
El Chivato ha escuchado el relato del primer encuentro privado entre el hoy presidente cántabro y el banquero, ocurrido en 1987. Por aquel entonces, Revilla era un desconocido diputado de la oposición en el parlamento regional.
Revilla solicitó a Botín que le recibiera en su despacho de Santander. Motivo: recriminarle el embargo de la cuenta bancaria a un amigo suyo, constructor y compañero en el Parlamento, por “represalias políticas”.
“Creo que nunca nadie le habrá hablado a Botín como yo lo hice aquel día”, afirma Revilla. No han trascendido más detalles de esta conversación, pero Botín tomó nota de lo que le decía su interlocutor y sentenció: “Mañana tendrá usted noticias mías”.
Revilla no contaba con recibir noticias al día siguiente: era sábado, y había planeado una jornada de pesca con sus dos hijas. Sin embargo, y sin que el líder cántabro haya encontrado explicación hasta hoy, empleados del Banco Santander le localizaron y le comunicaron la ‘buena noticia’: “Señor Revilla, ya está todo solucionado”.
La historia la cuenta Virginia Drake en su biografía del líder cántabro.
