El miedo de Otegi a ir a la cárcel y la suma de excusas que puso su abogada Goirizelaia

Ione Goirizelaia se ha empleado a fondo estos días para intentar aplazar la comparecencia de Arnaldo Otegi hasta el juez Grande Marlaska, y así evitar el ingreso en prisión del portavoz batasuno, que todo el mundo daba por seguro. La abogada empezó el viernes. Por la tarde, pidió al Juzgado que se aplazara la comparecencia porque el lunes ella tenía juicio con jurado en Bilbao. Se le contestó que Otegi estuviera acompañado por otro de los catorce abogados acreditados por Batasuna. Replicó Goirizelaia que su cliente “prefería” que le acompañara ella, a lo cual se le respondió que eso no era asunto del Juzgado. En vista de que no lograba nada, en la mañana del mismo lunes notificó a Grande Marlaska que Otegi sufría una bronquitis, y por tanto no podría viajar a Madrid. A la una de la tarde, se recibía en la Audiencia Nacional un fax con el escrito del médico de Otegi acreditando la enfermedad. Grande Marlaska aplazó la citación, pero dio instrucciones para que un médico forense —el más próximo al domicilio de Otegi- comprobara su estado, y encargó que lo hiciera cada doce horas. Además, el juez ordenó a la Ertaintza someter a vigilancia al portavoz batasuno, por considerar que existe riesgo de fuga. Fuentes judiciales le cuentan a El Chivato que Otegi tiene miedo a ingresar de nuevo en la cárcel. Un temor que afecta a la generalidad de los etarras, como también sucedió con Josu Ternera, que se fugó a Francia cuando le tocaba entrar en prisión, pero también a otros más.