Paco Vázquez, que se ha incorporado a la Inspección de Trabajo, ni se va de la política ni tira la toalla, “a pesar de algunos compañeros”

Francisco Vázquez, ex alcalde de La Coruña y ex embajador, se ha incorporado ya a su puesto de trabajo, tras cesar como representante de España ante el Vaticano. Era inspector de Trabajo por oposición, y se ha reintegrado a la delegación en La Coruña.

Vázquez se declara en plena forma. No se va a dejar arrinconar en el PSOE ni se va a arrugar: va a seguir en la política  “dando guerra”, más aún en los momentos que atraviesa su partido, falto de sensatez.

Así le escuchó El Chivato, tras su intervención en  un acto empresarial en Madrid en el que se mostró claro, contundente y firme en la necesidad de reformar el Estado de las autonomías, cuyas disfunciones, duplicidades y despilfarro son evidentes.

Se muestra pletórico, trabajando en la inspección de Trabajo de A Coruña, pero está al tanto de todo. Dice que las zancadillas que el sector laico radical del PSOE puso a su candidatura a Defensor del Pueblo por su condición de católico, le resbalan absolutamente.

“Voy a seguir en política, pese a quien pese y a algunos de mis compañeros”, comenta, aunque sin citarlos  expresamente. No obstante, es sabido que las feministas Elena Valenciano, hoy jefa de campaña de Rubalcaba, Leire Pajín y Bibiana Aído le vetaron como Defensor del Pueblo, por el grave pecado de ser creyente.

Vázquez, que, ante la grave crisis, se ha atrevió a pedir en público un Gobierno de concentración, con personalidades independientes, mantiene buenos contactos con la dirección de Ferraz, y tiene amigos como Jordi Sevilla, ex ministro de Administraciones Públicas, que le demuestra la amistad en público sin rubor.

Es respetado en el partido en Galicia, donde cuenta con numerosos amigos, y ni está tan solo como dicen sus adversarios en el PSOE, ni tiene tan poca influencia como le atribuyen.

Vázquez defiende un “ajuste duro” del Estado de las Autonomías, que incluye eliminar de una vez las duplicidades territoriales  (Estado, autonomías, municipios), ajustar (no liquidar)  las diputaciones a una dimensión y competencias razonables,  fusionar y agrupar ayuntamientos en mancomunidades sin miramientos (8.000 municipios es un despropósito), cerrar las competencias de los tres niveles administrativos  “para siempre”, y “ajuste duro presupuestario” para encauzar la economía.

El ex alcalde no ha perdido tampoco el sentido del humor. En su intervención dio muestras de ello. Se preguntó qué clase de Estado tenemos, cuando “un coruñés que compre un tomate podrido puede reclamar ante las oficinas de consumo del municipio, de la autonomía, del Estado y de la OCU”. El esperpento se puede extender a las muchas duplicidades que han reproducido las 17 autonomías.  Estas bromas, según él, son muy caras y las pagan los contribuyentes.

 

Video del día

Marta Rovira confirma que negocia con Sánchez
un referéndum de independencia para Cataluña
Portada
Comentarios
Envíanos tus noticias
Si conoces o tienes alguna pista en relación con una noticia, no dudes en hacérnosla llegar a través de cualquiera de las siguientes vías. Si así lo desea, tu identidad permanecerá en el anonimato