Los Príncipes de Asturias acudieron a la casa de don Federico Suárez, capellán de La Zarzuela

Los Príncipes de Asturias se encontraban fuera de España cuando se produjo el fallecimiento de don Federico Suárez, durante muchos años capellán de La Zarzuela y en su día uno de los tutores de don Juan Carlos. Esos días de fin de año se encontraban descansando y practicando el esquí en una conocida estación, cuyo nombre no han querido difundir. Por esa ausencia, Felipe de Borbón, que conocía desde niño a don Federico y sentía un notable aprecio por su figura, no pudo acudir a la capilla ardiente, como sí hicieron ese mismo 1 de enero los Reyes y la Infanta Cristina. De vuelta en España, el mismo día de Reyes (por la mañana asistieron a los actos de la Pascua Militar), los Príncipes de Asturias acudieron al domicilio familiar, donde permanecieron más de tras cuartos de hora, departiendo con las personas que vivían junto con don Federico, incluido también el personal que atendía el servicio doméstico. La conversación fue muy distendida y entrañable, con abundantes evocaciones y recuerdos del fallecido. El funeral por don Federico Suárez fue oficiado al día siguiente, 7 de enero, en la Iglesia del Espíritu Santo, completamente abarrotada. Acompañado de una treintena de sacerdotes, presidió la ceremonia monseñor Estepa, durante muchos años arzobispo castrense y asistente religioso en La Zarzuela, amigo personal del fallecido, al que dedicó sentidas palabras de afecto y agradecimiento.