Rajoy le ha perdido el miedo a Aznar
La relación entre Mariano Rajoy y José María Aznar es a día de hoy nula. Lo confirman fuentes de su entorno. El presidente del Gobierno no pide consejos a su predecesor, ni el que fuera jefe del Ejecutivo dialoga con los altos cargos de La Moncloa.
El origen de este distanciamiento se sitúa a principios de año, cuando Aznar protagonizó dos declaraciones públicas muy duras marcando distancias con el Gobierno. La primera tuvo su origen en la presentación del segundo volumen de memorias del ex presidente, tras el vacío que le hicieron todos los ministros del Ejecutivo.
Aznar declaró entonces a la periodista Virginia Drake: “Hace mucho tiempo que no echo en falta a nadie. Ni pido a nadie que vaya a los sitios, ni paso lista para ver quién va o no va. Cada uno sabe lo que tiene que hacer”.
Horas más tarde, en la Cadena COPE, fue más lejos y remachó: “Si algunas interpretaciones tienen razón, y se ha mandado un mensaje de escenificación sobre la decisión de una ruptura, pues se toma nota”.
Rajoy, por otro lado, no le perdona a Aznar que no asistiera a la Convención Nacional del PP que se celebró en Valladolid con el argumento de que se encontraba fuera de España esos días y que le era imposible asistir. Era para los ‘populares’ el cónclave más importante tras las generales.
Pues bien. Medio año después de la polémica, las relaciones continúan rotas y tanto en Moncloa como en Génova no parecen tener ningún interés en recuperarlas, a pesar del encuentro cordial que protagonizaron a principios del verano en la escuela de verano de FAES.
En el Gobierno y en el PP hubo algún temor a que la disputa de Rajoy con Aznar provocara una fuga de votos. Sin embargo, Rajoy y María Dolores de Cospedal han concluido que el ex presidente del Gobierno ya no da votos al PP. Consideran que el votante popular es ahora otro y demanda otro tipo de discurso.
Según le cuentan a El Chivato personas del entorno de Rajoy, el presidente “le ha perdido definitivamente el miedo” a Aznar y no tiene ningún problema en haber roto con él. Es más, considera que ha tomado la mejor decisión al marcar distancias
