Viejas discrepancias con ZP en León llevaron al fiscal Burgos a resistirse a aceptar el caso De Juana Chaos
La negativa del fiscal Jesús Alonso a secundar el cambio de criterio del fiscal jefe de la Audiencia Nacional, Javier Zaragoza, en relación con el caso De Juana Chaos, y las excusas del teniente fiscal Jesús Santos para evitar también hacerse cargo de la acusación, han provocado un gran revuelo en el mundo judicial. Finalmente, el asunto ha recaído en Fernando Burgos. Sin embargo, le cuentan a El Chivato que las cosas no han sido tan sencillas como parece. El propio fiscal Burgos ha puesto sus pegas para meterse en este caso. Las reticencias tienen dos motivos. En primer lugar, el hecho de que dos de sus compañeros hubieran renunciado previamente. En segundo lugar, porque es de León y conoce a Zapatero desde hace tiempo. Y, siendo un histórico de izquierdas, fue de los que se apartó del PSOE al enterarse de cómo Zapatero había cortado alguna cabeza política de algún amigo del alma, tiempo atrás. Y es que al presidente del Gobierno parece perseguirle, desde sus tiempos de León, la fama de hombre implacable a la hora de eliminar del mapa a aquellos que, siquiera tangencialmente, daban visos de rebeldía.
