Los analistas financieros dan como imparable que el Gobierno decida intervenir algún banco

En los primeros pasos de la actual crisis, José Luis Rodríguez Zapatero presumió, incluso con solemnes declaraciones dirigidas a los ciudadanos, de que el sector financiero español era el más solvente del mundo, y de que, por tanto, estábamos en buenas condiciones para afrontar los problemas. Se ha comprobado que no es así.

Aunque aún no se ha destapado de verdad la magnitud de las dificultades que sufren, las instituciones financieras españolas tienen problemas, y de importancia.

Le cuentan a El Chivato que los analistas dan como inevitable que el Gobierno intervenga algún banco. La ventaja que hay ahora para una actuación así es que otros países, aparentemente más serios, como sería el caso de Gran Bretaña, ya lo han hecho. Así que el “escándalo” que podría producir la medida quedaría rebajado explicando que es algo que están aplicando fuera de nuestras fronteras.

La pregunta del millón se resumen en a quién puede tocarle. Es conocido que bancos pequeños, como el Pastor o el Sabadell, están peor posicionados, pero es que a otros, como el Popular, tampoco las cosas le van muy boyantes. Y, más aún: ni los grandes, como es el caso del Santander, se han quedado ajenos a las dificultades.