El aparatoso paseo del presidente de Portugal

Marcelo Rebelo de Sousa (en el centro), en el recibimiento con honores.
Marcelo Rebelo de Sousa (en el centro), en el recibimiento con honores.

Marcelo Rebelo de Sousa, presidente de la República de Portugal, termina este miércoles 18 de abril una visita de Estado de tres días a España en la que ha sido agasajado con las máximas atenciones por el rey Felipe VI, que desde el lunes le ha acompañado en distintos actos oficiales.

Como en otras ocasiones, el presidente de la República de Portugal se ha alojado en el Palacio Real de El Pardo con sus acompañantes. No ha sido en vano. El Chivato ha podido saber que Rebelo de Sousa ha aprovechado algún hueco libre en su programa de actos oficiales para conocer los alrededores de la que fue, hace años, la residencia de Francisco Franco.

Ocurrió, por ejemplo, el lunes por la tarde. A conductores que pasaron por El Pardo les llamó la atención una imagen curiosa protagonizada por el jefe de Estado portugués y un séquito numeroso.

Poco antes de acudir al Palacio Real de Madrid a la cena de gala que le ofrecieron los reyes Felipe y Letizia, Rebelo de Sousa salió a dar un paseo. Vestía con chaqueta pero se había desprendido de la corbata, y caminaba por el arcén de la carretera de Colmenar, que pasa por detrás del palacio de El Pardo.

Lo curioso era que, por las especiales medidas de seguridad que acompañan a un jefe de Estado, el presidente de Portugal iba rodeado por una docena de personas, todas ellas con traje de chaqueta. Una estampa bastante singular.

Se trataba de sus escoltas, que no le dejaron solo ni para dar esta vuelta a paso rápido entre El Pardo y la vecina (y exclusiva) urbanización de Mingorrubio. Con Marcelo Rebelo de Sousa iba andando también un ayudante de campo del rey Felipe, un teniente coronel de Infantería de Marina que en esta visita ha acompañado al presidente portugués. Portaba un maletín en la mano y destacaba en el aparatoso séquito por su uniforme militar y los cordones dorados propios de los ayudantes de campo.

El despliegue que rodeaba al presidente en su paseo por El Pardo lo completaba un coche de color azul oscuro. El vehículo llevaba un dispositivo luminoso de prioridad y avanzaba de forma muy lenta para ir por carretera, al paso de Rebelo de Sousa. El conductor del vehículo iba dando paso a los coches que venían detrás, para que adelantaran mientras él seguía de cerca al jefe de estado de Portugal.


 

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