El afán decorador de Sonsoles Espinosa, señora de Zapatero, y el cambio de “talante” que ha sufrido

Sonsoles Espinosa, esposa de Rodríguez Zapatero, ha acreditado en los últimos meses una sorprendente transformación personal, que nada tiene que ver con los mensajes que dio cuando su marido pasó al primer plano de la política y fue elegido presidente del Gobierno. Uno de los aspectos novedosos ha sido su afán decorador. Durante los meses previos al verano, en varias ocasiones se trasladó hasta Lanzarote, a la residencia de La Mareta, para tomar decisiones personales y supervisar en directo los cambios que se introdujeron en la decoración. Según ecos que nos llegan desde el entorno del personal que trabaja en el Palacio de La Moncloa, la señora de Zapatero tiene un trato claramente mejorable. Sus desplantes, órdenes e instrucciones, y sobre todo el tono, han provocado un cierto temor hacia ella. Lo que parece claro es que Sonsoles Espinosa ha cambiado de “talante” desde que es “presidenta”. Sus iniciales declaraciones de que quería pasar desapercibida y que, en lo personal, deseaba no cambiar con la llegada La Moncloa están siendo contradichos por los hechos que protagoniza.