Hay una desbandada de guardias civiles para dejar la calle y pasar a destinos de oficinas

Las aguas en la Guardia Civil bajan muy revueltas. Los últimos acontecimientos han ahondado el malestar en el Cuerpo, muchos de cuyos integrantes se sienten indefensos y objeto de una campaña de imagen en su contra a la que nadie está saliendo al paso. En ese ambiente, le cuentan también a El Chivato que existe una auténtica desbandada de guardias civiles que quieren dejar la calle y pasar a destinos más tranquilos, concretamente en oficinas. Quienes protagonizan esa fuga son guardias de entre 30 y 40 años, a los que ya se les ha pasado la ilusión de cuando empezaron, que están de vuelta, y que ven que su sueldo no es muy atractivo, no existe para ellos previsión de ascenso, y la dedicación resulta prácticamente absoluta. Así que se están produciendo gran número de peticiones de pasar a oficinas, donde tienen un horario fijo, de mañana y tarde, y que cuando terminan ya no han de seguir prestando servicio: no están disponibles a todas horas. Con ese cambio, incluso podrían compatibilizar con otra dedicación: hay guardias civiles como taxistas, en los oficios relacionados con la construcción...