Las envidias que provocan en Moncloa unas invitaciones al palco del Real Madrid que llegan para cada partido

El rey y Florentino Pérez en el palco del Bernabéu.
El rey y Florentino Pérez en el palco del Bernabéu.

Cada quince días, unas horas antes de que el Real Madrid dispute el partido de Liga en su campo, llega al Palacio de la Moncloa un sobre cerrado con un membrete en el que se puede: “Real Madrid C.F.

En su interior siempre hay lo mismo: unas entradas para acceder al palco del estadio Santiago Bernabéu y ver el encuentro, invitaciones que el club presidido por Florentino Pérez cede a la presidencia del Gobierno.

El sobre cerrado es depositado diligentemente por un funcionario del complejo presidencial en uno de los edificios más importantes y siempre tiene un mismo destinatario: un alto cargo del Gobierno.

El ‘beneficiario’ es una persona con un puesto de máxima responsabilidad, pero cuyo rostro no es muy conocido entre la opinión pública. De hecho, en las fotografías que se publican en la prensa sobre los asistentes a la zona noble del Bernabéu, su nombre siempre pasa desapercibido.

Según le cuentan a El Chivato, esta situación ha provocado malestar en personas del entorno de Mariano Rajoy y de Soraya Sáenz de Santamaría. Señalan, con algo de acritud, que las entradas para el palco del Bernabéu siempre son utilizadas por la misma persona, es decir, por ese alto cargo.

Y es que, además, tanto el presidente del Gobierno como su equipo han optado por no acudir al estadio blanco, como sí hacía en ocasiones José María Aznar.

En Moncloa se critica, con cierta envidia, que ese alto cargo se apropie de las entradas, asista a todos los partidos, y nunca opte por repartirlas.

 

Video del día

Marta Rovira confirma que negocia con Sánchez
un referéndum de independencia para Cataluña
Portada
Comentarios
Envíanos tus noticias
Si conoces o tienes alguna pista en relación con una noticia, no dudes en hacérnosla llegar a través de cualquiera de las siguientes vías. Si así lo desea, tu identidad permanecerá en el anonimato