La espectacular y populosa inauguración de un cuartel de la Guardia Civil
El pasado lunes, el director de la Guardia Civil inauguró el nuevo cuartel de Xinzo de Limia (Orense). Y lo hizo rodeado de altos cargos de la Benemérita y personalidades políticas gallegas.
Los periódicos locales se hicieron eco del acto destacando sobre todo las protestas de ciudadanos y sindicatos previas al discurso de Arsenio Fernández de Mesa. Sin embargo, nadie ha contado el espectacular despliegue que provocó la inauguración de las nuevas instalaciones.
Según le cuentan a El Chivato, la decisión del director de la Guardia Civil de convocar a los jefes de las cuatro provincias gallegas, al teniente general de Apoyo del cuerpo, Francisco Gavella, y a la responsable de la Oficina de Relaciones Informativas y Sociales, “trajo consigo un trasiego constante de coches inusitado para este tipo de acontecimientos”.
Así, “tanto Gavella como la directora de la ORIS vinieron desde Madrid en un vuelo de ida y vuelta de Iberia, y un coche del cuerpo les tuvo que trasladar desde el aeropuerto de Santiago hasta Xinzo de Limia”.
Después, los altos cargos de la Guardia Civil se desplazaron hasta Orense para almorzar juntos, antes de volver cada uno a su lugar de procedencia: “Hubo que destinar un total de seis coches para desplazarlos: primero desde el pueblo a la ciudad, y luego a Santiago, La Coruña, Lugo, y Pontevedra”.
Además, a los cinco escoltas que acompañaron en todo momento a Arsenio Fernández de Mesa “se sumaron gran número de agentes que fueron llamados para garantizar la seguridad del resto de personalidades”, entre las que destacaban el Delegado del Gobierno en Galicia, Samuel Juárez, y el presidente de la Diputación de Orense Manuel Baltar.
Agentes veteranos de la Guardia Civil no recuerdan “un despliegue similar” para inaugurar un cuartel: “Siempre han acudido políticos y mandos del cuerpo, pero lo de Xinzo de Limia ha sido algo excepcional”.
