El número 155 persigue a Puigdemont
El 155 parece haberse convertido en el número maldito de Carles Puigdemont. Por lo pronto, este es el artículo de la Constitución que permitió a Rajoy descabezar la Generalitat.
Su aplicación, el pasado 21 de octubre, supuso el cese automático de todos los consellers y que el Gobierno asumiera el control de Cataluña hasta que se restablezca la normalidad en la autonomía.
Pese a la celebración de elecciones el pasado 21 de diciembre, el 155 sigue en vigor, cinco meses después de su aplicación, ante la imposibilidad de investir un nuevo president catalán.
Ha sido la primera ocasión en la historia de la democracia en aplicarse el famoso artículo de la Constitución y, si nada lo remedia, va camino de convertirse en la única forma de gobierno de la XII legislatura catalana.
Pues bien. Además de por esta poderosa razón, hay un motivo más por el que Puigdemont se ve perseguido por la cifra 155. Y tiene que ver con su reciente detención.
El Chivato ha escuchado un dato, cuanto menos, curioso: entre el anuncio del cese de Puigdemont como president y su arresto por parte de la Policía alemana han transcurrido nada más y nada menos que 155 días exactos.
Así se puede corroborar, calendario en mano: entre el 21 de octubre y el 25 de marzo han mediado exactamente cinco meses y cuatro días; es decir, 22 semanas; lo que equivale a 155 días. El número del que no parece librarse Puigdemont.
