“Pues la próxima vez, no viaje con Ryanair”
Esta frase, pronunciada por un empleado de Ryanair y dirigida a una pasajera, la pudo escuchar El Chivato el pasado viernes por la tarde, en la cola de embarque de un vuelo de la aerolínea irlandesa que partía del aeropuerto de Madrid-Barajas.
En aquel momento se estaban produciendo escenas de una cierta tensión, mientras el personal de la compañía se disponía a embarcar a los viajeros. ¿El motivo? A partir del pasado 15 de enero, las condiciones impuestas por Ryanair para viajar con el equipaje en cabina se han endurecido: ahora, todo aquel pasajero que no pague un dinero extra –5 euros en concepto de ‘embarque prioritario’- deberá entregar su maleta de cabina antes de entrar al avión para que esta viaje en bodega.
Muchos de los viajeros desconocían el reciente cambio de las condiciones y se mostraban indignados con la medida. Según pudo comprobar El Chivato, una pasajera alegó que debía volar con su equipaje cerca, ya que tenía que realizar una escala y no podía permitirse perder tiempo recogiendo el bulto después en la cintas transportadora del aeropuerto de destino.
Tras un breve rifirrafe, el empleado de la aerolínea le contestó para zanjar la discusión: “Pues la próxima vez, no viaje con Ryanair”. Una frase que provocó un audible murmullo de indignación entre cuantos precedían a la pasajera en la misma cola de embarque.
Pero esta no es la única medida que está provocando situaciones de cierto caos durante el embarque. Desde hace un tiempo, Ryanair asigna asientos separados a pasajeros que viajan juntos… a no ser que se abone un extra de unos 5 euros por pasajero y trayecto.
Resultado: la cabina del avión se llena, minutos antes del despegue, de pasajeros ‘negociando’ el cambio de sitio con otros viajeros, trueques de asientos para poder viajar al lado de sus acompañantes. Mientras tanto, la tripulación solicita insistentemente por megafonía que se ocupen los asientos cuanto antes para proceder iniciar el vuelo.
