El extremo silencio de María Teresa Fernández de la Vega incluso tras la derrota de su peor enemigo
María Teresa Fernández de la Vega sigue 'desaparecida'. Es decir, que, por decisión propia, se mantiene totalmente fuera de los focos de la actualidad. Y así se ha propuesto continuar bastante tiempo.
Le cuentan a El Chivato que la otrora todopoderosa vicepresidenta primera del Gobierno se ha encerrado en su despacho del Consejo de Estado, en su tarea como consejera permanente, y se resiste a cualquier aparición.
Por ejemplo, le han llegado más de una y más dos peticiones de ser entrevistada, de contar a qué se dedica, de dejarse fotografiar en ese despacho, y a todas las demandas ha respondido con una rotunda negativa.
El ostracismo voluntario resulta tanto más llamativo cuanto que Alfredo Pérez Rubalcaba, su peor enemigo, quien le desplazó violentamente de la vicepresidencia primera, ha sufrido un rotundo varapalo electoral. De la Vega no ha querido aprovecharse de esa circunstancia.
En las próximas semanas, por cierto, volverá a encontrarse con José Luis Rodríguez Zapatero, que se incorpora también al Consejo de Estado. Y ambos a dos asistirán al nombramiento del nuevo presidente, tras la renuncia de Rubio Llorente por edad.
