La depresión prevacacional

Ahora que nos acercamos al verano y a las vacaciones es habitual que me llamen amigos diciéndome: oye, es que estoy muy cansado ¿no me podría tomar unas vitaminas? Es la “depresión pre-vacacional”. Este término es una broma, me lo acabo de inventar y no es científico, que nadie se lo crea.

Sí es verdad que en junio ya llevábamos unos meses acumulados de trabajo, tensiones e historias variadas. Estamos terminando la primavera que con sus inestabilidades nos descoloca un poquito, empieza a apretar el calor y tenemos sensación de verano aunque las vacaciones aun no han comenzado.

Algunas personas pueden tener la impresión de que algo les pasa, que están enfermando o que se están deprimiendo. Probablemente sea sólo cansancio acumulado. La solución está en descansar.

Sé que no es fácil. Tenemos obligaciones laborales, muchas tareas reclaman nuestra atención, hay que atender a los hijos y a la familia, queremos terminar proyectos antes de que las vacaciones y los meses de julio y agosto paren la vida. Pero también podemos dar una vuelta de tuerca y aprovechar este momento para crecer y enriquecernos en dos áreas de nuestra vida.

Me refiero a las dos áreas de estabilidad de la personalidad que señala la Asociación Americana de Psiquiatría en los documentos de preparación para la nueva versión de la guía diagnóstica de enfermedades (DSM-V), que actualmente está en estudio y revisión (www.dsm5.org): la identidad personal y las relaciones interpersonales.

En cuanto a la identidad personal nos puede servir como lema el de Johnny Walker: “Keep walking”. Para no abandonar nuestras actividades aunque estemos hartos y sobrepasados. Es una gran oportunidad para mantener la continuidad en el ejercicio perseverante de las propias decisiones.

Al igual que el que quiere ganar en musculatura ha de mantenerse en el ejercicio y cuando está cansado es cuando todavía debe seguir un poquito más para que el músculo crezca. Así nosotros tenemos ahora una buena oportunidad para que en este tiempo que queda hasta las vacaciones arraiguemos y crezcamos en algunos hábitos que nos interesen y que nos den coherencia, persistencia, reciedumbre, esfuerzo e iniciativa para no ceder ante el desaliento.

Para las relaciones interpersonales podemos tomar dos lemas. Uno que se ve en las calles actualmente: “Tu energía positiva mueve al mundo”. Y otro más antiguo: “Conecting people”. Es más fácil que en esta época de cansancio nos enfademos más, mandemos a paseo a alguno, nos molesten más los defectos ya conocidos de las personas con las que tratamos a diario. Ellos y ellas también están cansados. Tú tienes la posibilidad de ganar en empatía y conexión gracias a que compartís este estado de agotamiento, el sufrimiento une. También puedes aportarles tu energía, tu ánimo, hacerte cargo de lo que necesitan y fomentar la unión y la “descomplicación”.

En cualquier caso quedan unas semanas para las vacaciones que, aun en crisis, nos ayudarán a descansar. Hasta entonces es importante procurar descansar todos los días, cuidar las horas de sueño aunque el fresquito de la noche nos anime a quedarnos despiertos, hacer algo de ejercicio físico, aprovechar las novedades de esta época como piscinas y terrazas, mirar atrás para ver todo lo bueno que hemos hecho y cuidar de nosotros mismos, pues queramos o no, somos los protagonistas de nuestra vida.

 
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